Un lote de nada menos que 2.800 mascarillas sanitarias conseguidas por el Principado para el Ayuntamiento de Oviedo serán devueltas "por defectuosas" al constatar los técnicos municipales que "no alcanzan los estándares de protección exigibles". El edil de Interior, el popular Mario Arias, defendió la medida al considerar que la utilización de los equipos podría suponer un riesgo para los trabajadores municipales y, reivindicando "el rigor y la seriedad" del Consistorio a la hora de abordar las cuestiones de protección laboral frente al covid-19.

La junta de gobierno municipal aprobó el pasado 9 de abril adherirse al sistema de compra centralizada impulsado por el gobierno regional. El Consistorio mostró su preferencia por obtener mascarillas acordes con la normativa europea, aunque también se mostró dispuesto a aceptar material de protección homologado por las normativas establecidas por Estados Unidos o China. Finalmente se recibieron por parte de la administración regional 2.827 unidades adaptadas a la normativa del gigante asiático.

Sin embargo, un informe del servicio de Prevención del Ayuntamiento de Oviedo manifiesta que parte de la remesa de mascarillas adquiridas determinó que los equipos adquiridos no cumplen con lo esperado. "No alcanza los estándares de protección exigibles para el tipo de FFP2KN95, y menos aún para el FFP2", señala el documento en el que además se añade que "en esas condiciones no pueden ser distribuidas como equipos de protección individual entre los trabajadores municipales".

A estas carencias se suman otras como la falta de una ficha técnica del producto y el acompañamiento de determinados certificados. El personal municipal trató de obtener dicha documentación, pero "resultó imposible", pese a los contactos establecidos con la Federación Asturiana de Concejos, el Sespa y Servicio de Prevención del Principado de Asturias.

Este cúmulo de motivos llevó al equipo de gobierno a tomar la decisión de devolver las mascarillas para evitar poner en riesgo a los trabajadores municipales entre los que estaba previsto su reparto. "No podemos distribuir esas mascarillas entre los empleados del Ayuntamiento porque lo que está en juego es, ni más ni menos, la salud de las personas", indicó un Mario Arias, reivindicando el resultado de los contactos mantenidos en los últimos meses con los sindicatos. "Nosotros hemos trabajado con rigor y con seriedad durante todo este tiempo, junto con los representantes de los trabajadores, para garantizar su seguridad", añadió el concejal popular.

A pesar del rechazo del lote recibido del Principado, el Consistorio asegura tener cubiertas sus necesidades de mascarillas. La producción de la fábrica de mascarillas municipal puesta en marcha en el centro de formación ocupacional de La Corredoria, así como las donaciones recibidas, entre las que destaca la de la ciudad hermana china de Hangzhou han dotado al Consistorio de reservas suficientes para afrontar tanto el día a día de la pandemia como posibles rebrotes. "Supimos prepararnos ante la escasez inicial de equipos con la que todos nos encontramos", señalan fuentes municipales, sacando pecho en cuanto a la dotación de equipos.