Tenían tantas ganas de volver a presentarse ante su público que ni la tormenta que puso fin al día más caluroso de lo que va de verano amedrentó a los músicos de la orquesta Oviedo Filarmonía. El patio del edificio histórico de la Universidad acogió ayer su primer concierto desde principios de marzo, al margen de los vídeos que colgaron en internet durante todo el confinamiento, y la lluvia, que cayó en abundancia una hora larga antes del concierto, no echó al traste la previsión.

El ciclo de conciertos "Ofil contigo" arrancó ayer dentro de la programación estival "Nos vemos en la calle" de la Fundación Municipal de Cultura, y lo hizo con el temor a tener que retrasar esa reaparición. No fue así. El concierto estaba previsto para las ocho de la tarde, pero comenzó unos minutos antes, con el aforo ya completo. El público respondió igual que los músicos. Pasadas las seis y media ya había aficionados esperando para entrar al edificio de la Universidad de Oviedo en la calle San Francisco. Los pilló la tormenta y los que pudieron se guarecieron en el propio edificio, los que ya no tenían sitio, por aquello de mantener la distancia de seguridad, se fueron y regresaron una vez dejó de llover.

La música clásica tiene en Oviedo un público fiel y ayer se volvió a demostrar. Aun con el concierto empezado había quien seguía a la puerta esperando a ver si se habilitaba algún asiento más. El primero de esa fila de los que se quedaron sin entrar era el concejal socialista Diego Valiño.

La tormenta que cayó sobre la ciudad trastocó ligeramente los planes de la orquesta. El director, Lucas Macías, tenía previsto realizar la prueba acústica a las siete de la tarde, pero la lluvia se lo impidió. Decidieron retrasarlo unos minutos, pero finalmente optaron por tocar sin ese trámite ya que a las siete y media se abrieron las puertas al público. En realidad, la Ofil lleva días ensayando para estos conciertos y ayer mismo tuvieron sesión de trabajo en la sala de columnas del Palacio de Exposiciones y Congresos de Calatrava en Buenavista, la nueva sede temporal de la orquesta ovetense.

El programa de ayer incluía música de Händel y Mozart y el público disfrutó de algo menos de una hora de concierto, alguno de ellos mirando al cielo. Fue una sesión peculiar, en la que la orquesta sumó mamparas y mascarillas a los atriles y las tarimas. La Ofil regresará al edificio histórico de la Universidad todos los lunes y jueves del mes de agosto, si la lluvia no lo impide. Ayer no lo logró.