Marta Fermín (Oviedo, 1973) ha sido elegida por unanimidad presidenta de la asociación de galerías de arte de Oviedo. Una agrupación que suma las fuerzas de Guillermina Caicoya, Pablo de Lillo, Arancha Osoro, Lucía Dueñas, Alfara, Vértice, 451, Dos Ajolotes y de la propia presidenta. Fermín, que tiene su galería, Decero Creativo, en la calle Martínez Vigil, estudió en la Escuela de Arte de Oviedo y amplió su formación con estancias en Italia, Alemania, Irlanda y Serbia. Ahora es la cara visible de una asociación que quiere retomar su actividad con la mayor fuerza posible en tiempos muy duros para la cultura.
- ¿Qué supone ser la presidenta de la asociación de galerías de arte contemporáneo de Oviedo?
-Un acto de responsabilidad que lo primero que implica es dar ejemplo. Estoy muy contenta y agradecida de la confianza que mis compañeros han depositado en mí, me lo demuestran a diario. Funcionamos como un equipo, solo que en esta etapa me ha tocado coger la batuta, espero hacer tocar a esta orquesta con todo el talento que tiene.
- ¿Cuál es el trabajo de un galerista?
-Buscar, investigar y acercar a la ciudad y al público las últimas y mejores producciones artísticas. Tenemos que estar al corriente de las últimas tendencias y desarrollos aplicados al arte. Somos el canal más directo con el público, además proporcionamos al artista las mejores condiciones para visualizar su obra. Las galerías marcan el latido y la calidad cultural de la ciudad. Somos la cara pública del arte contemporáneo. Otra parte fundamental del trabajo del galerista es garantizar las buenas prácticas y transacciones entre el cliente y el artista.
- ¿Cuándo y con qué objetivos nace la asociación de galerías de arte de Oviedo?
-En 2018 se plantea durante la Feria de Arte de Oviedo la necesidad de tener una asociación tanto a nivel regional como local, la idea que primero prospera es la de la asociación de galerías de arte contemporáneo de Oviedo. Desde ese momento la asociación funcionó, pero ahora queremos darle más fuerza. En los últimos meses y con las circunstancias actuales hemos visto que aun siendo muy diferentes tenemos muchos puntos en común. Nuestro objetivo principal es garantizar un sector de calidad, que el arte contemporáneo tenga en Oviedo el lugar que le corresponde. Las galerías de arte de Oviedo han sido durante años las que han cuidado, conservado y dado continuidad a las producciones de los artistas, es un sector privado que mantiene un tejido económico cultural importante que hasta el momento no se ha valorado. Tenemos la esperanza que con esta asociación y lo concienciados que estamos en los últimos meses se refuerce nuestro tejido como el sector empresarial que somos.
- ¿Apoyan lo suficiente las administraciones públicas el arte contemporáneo?
-Nosotros, los galeristas, nos estamos reconvirtiendo, cogiendo fuerzas y organizándonos para afrontar esta nueva normalidad sin prescindir del arte. La ciudad sigue necesitando grandes inversiones en artes visuales. El tejido de la industria cultural no puede depender del sector privado, no podemos construir nosotros solos el legado cultural de la ciudad, los dirigentes tiene que asumir sus responsabilidades en este tema y no dejar durante décadas perder la memoria y el patrimonio artístico actual de un enclave tan importante y lleno de talento como este. Dicho esto, Oviedo tiene una programación de artes visuales que está intentando ampliar y completar. Tenemos la Noche Blanca, un evento puntual pero que tiene gran repercusión; la Feria de Arte de Oviedo, que reúne a las galerías de toda Asturias con las mejores colecciones de la temporada; la Feria de Cerámica Contemporánea; Alma Gráfica, una feria internacional que se ha convertido en un referente nacional. Este año entramos con la nueva apuesta con el proyecto "Apertura", que tendrá lugar el próximo día 3 de septiembre. Además tenemos previstas diversas exposiciones institucionales, en las que el Ayuntamiento de Oviedo se apoyará en nuestras salas para promover muestras de artistas locales. Sin duda empezamos a notar síntomas vitales y una apuesta seria. Nos queda la espina de la sala pública.
- Dice que sus propuestas son diferentes, ¿es complicado ponerse de acuerdo en las estrategias comunes?
-Para nada. Tenemos muchos métodos que son comunes y desde hace dos meses que estamos unidos todo el conjunto hemos encontrado unos espacios de diálogo muy buenos, ha sido un acierto total poder comunicarnos entre nosotros directamente, nuestro sector siempre ha sufrido de mucho intermediario que en ocasiones trae malos entendidos. Actualmente hacemos puestas en común casi diarias y verdaderamente nos preocupan las mismas cosas. Ahora queremos reforzarnos y poder cuidar mejor a nuestros artistas y a nuestros clientes, entre nosotros también nos estamos dando un gran apoyo y retomando un compromiso colectivo que quizás en ocasiones olvidamos.
- Hay galerías muy veteranas y otras de creación más reciente, ¿supone un problema o por el contrario es una ventaja unir la tradición con lo más nuevo?
-Oviedo tiene la suerte de tener precisamente esa riqueza, con una selección de espacios muy singular. Cada galería tiene un fuerte carácter marcado por sus directores, lo que ofrece la posibilidad de vivir experiencias artísticas totalmente diferentes. Pocas ciudades pueden decir esto, ya que se suelen seguir patrones más alineados, sin embargo Oviedo tiene la cualidad de disponer en un mismo territorio de mucha diversidad y calidad. Sinceramente solo veo un conjunto positivo y potente que además nos diferencia. Somos la capital de Asturias y estamos llenos de potencial, solo hay que hacerlo brillar.
- ¿En qué situación se encuentra el sector en la ciudad?
-Evidentemente no deja de ser un momento delicado por las circunstancias sanitarias que nos han obligado a mantener nuestros espacios cerrados durante meses, pero Oviedo es una ciudad en la que la cultura hierve, está llena de talento y en cuanto encuentra espacio, momento y lugar florece.
- ¿Cómo se han tomado los artistas la unión de los galeristas?
-Puedo hablar de los artistas con los que yo colaboro habitualmente y decir que están contentos de que intentemos hacer un sector más profesional si cabe, ofrecer mejores condiciones a todos. Además también haremos un poco más de fuerza a la hora de pedir representación para ellos por parte de las instituciones. Con esta unión ganamos todos o, al menos, eso intentamos, queda mucho trabajo por hacer y esto solo está empezando, esperemos tener un buen recorrido beneficioso para todo el conjunto. Los galeristas invertimos nuestro patrimonio para la visibilidad de todos, que a nosotros nos vaya bien, sin duda, repercute en todo el sector. No todo el tejido necesita de la misma inversión, las situaciones más delicadas y de mayor implicación se concentran en los artistas y las galerías, por ello, es en los queremos concentrarnos, aunque sin duda debemos cuidar a todo el tejido.
- ¿Se echa de menos una sala pública de exposiciones en la ciudad?
-Es la gran demanda desde hace años y años. Hay que tomar conciencia de que no solo es un espacio donde poner cuadros y montar unas exposiciones al año, una sala pública tiene que estar coordinada, requiere de comisarios, historiadores, fotógrafos, coordinadores que le den forma, contenido y una línea de trabajo seria a todo. Una capital como Oviedo no puede seguir sin ella. Es un proyecto urgente y que se seguirá reclamando.
- ¿Al p úblico le sigue dando miedo entrar en una galería de arte?
-Un poquito sí. A veces notamos que los clientes y visitantes se acercan un poco reticentes. Parece que el arte perteneció durante muchos años a sectores exclusivos. La labor de la democratización del arte es importante y creo que los espacios más recientes hacen un gran trabajo en eso.
