La escuela infantil del Rubín es un barracón sin apenas vida desde el pasado lunes. La detección de un brote de salmonela, cuyas causas están siendo investigadas por la Consejería de Salud, ha causado la hospitalización de diez bebés y provocado síntomas en al menos otra decena de alumnos de entre 2 y 3 años. Desde el Principado se decidió el domingo mantener abiertas las instalaciones "extremando las labores de limpieza y desinfección", pero el lunes solo acudieron al aula 16 de los cien matriculados y en el día de ayer la cifra se elevó ligeramente hasta los 24. De media, solo dos de cada diez acuden al aula. "El centro nos oculta la información", aseguran los padres que, en su mayoría, prefieren dejar a sus hijos en casa hasta que todos los afectados se recuperen.

Si bien fue a mediados de la semana pasada cuando varios bebés "de solos unos meses de edad" empezaron a padecer síntomas como vómitos y diarrea, no fue hasta el sábado cuando se emitieron los primeros informes pediátricos alertando de que los síntomas podrían deberse a un brote de legionela. En los días sucesivos siguieron los ingresos hasta alcanzar las diez hospitalizaciones de bebés, de los cuales tres recibieron ayer el alta, según indicó la Consejería.

Salud asegura haber atendido hasta 19 alumnos del centro con síntomas. Los más pequeños fueron hospitalizados para garantizar su hidratación, mientras que los restantes se recuperan en sus casas con síntomas más leves. Durante el fin de semana se acometieron varias desinfecciones, pero fuentes del centro aseguraron que este viernes está prevista una limpieza más a fondo de todos los rincones de la escuela. "Es posible que alguna bacteria permanezca todavía en las superficies", apunta el personal del servicio público.

Los inspectores de la Agencia de Seguridad Alimentaria, Sanidad Ambiental y Consumo, dependiente del Principado, concluyeron ayer la inspección de las instalaciones en la que tomaron muestras de alimentos que serán analizadas para tratar de aclarar el origen del brote. De momento, las hipótesis apuntan a una posible infección por alimentos en mal estado o una mala manipulación de los mismos, pero no hay nada confirmado.

Por su parte, el departamento de Vigilancia Epidemiológica confirmó el positivo de dos de los niños de entre 0 y 3 años, mientras que los 17 restantes con síntomas están pendientes de conocer el resultado de las pruebas.

La Asociación de Madres y Padres (AMPA) criticó ayer la falta de información por parte del centro. "Es lamentable cómo han gestionado la crisis", apunta el presidente del colectivo, Javier Piquero, quien agradeció tanto la labor de las educadoras de la escuela como de la concejala de Educación, Yolanda Vidal (Cs). "Se enteró de lo que pasaba porque le escribimos un correo y desde entonces ha estado en contacto permanente con la Consejería e informándonos", apuntan los progenitores, cuyo objetivo, aseguran, es "evitar más contagios".