La portavoz de Vox en el Ayuntamiento de Oviedo, Cristina Coto, se ha sumado a las voces críticas con los planes para descontaminar y empezar la demolición de inmuebles del recinto de la fábrica de gas, siguiendo las pautas urbanísiticas que marca el plan especial de César Portela para toda esa parcela, en vigor desde 2012. Coto considera una “cerrazón” del equipo de gobierno municipal “no entrar en diálogo sobre la descontaminación de los terrenos y el posible derribo de algunos elementos”: “Que la piqueta entre en la fábrica de gas sin que se nos diga a los ovetenses qué hay allí, qué se va a derribar y para qué usos es un acto de despotismo”, sentenció.

Coto enumeró algunos elementos “significativos” que ha día de hoy carecen de protección, mostró su preocupación por “las diferentes posiciones entre miembros del equipo de gobierno con respecto a los usos” y advirtió que “ni el derribo no puede ser la manera de tapar la inacción ni se pueden tomar estas decisiones sin consultar a los ovetenses”.