Entrar en la confitería Camilo de Blas siempre supone adentrarse en un mundo repleto de dulces que apetece tomar, de exquisitos paquetes y productos de alta calidad que casan perfectamente con el ambiente que la familia De Blas mantiene desde hace cuatro generaciones. 

En Navidad los establecimientos de la firma ovetense se llenan de dulces que van desde las nuglass, las nueces glaseadas con marca registrada, a la famosa anguila de mazapán, los empiñonados, las figuritas de mazapán, los clementes, el marrón glacé las glorias de yema o de batata, toda clase de turrones y, por supuesto, el turrón de Belén, que representa un belén en abstracto y que al corte descubre la escena del pesebre.

Si por algo se distingue la casa es por utilizar materias primas de primera calidad, entre ellas la cotizada almendra marcona, que se recolecta en Alicante y es la auténtica estrella de las mejores delicias navideñas, tal como señala Paloma de Blas, tataranieta de Camilo de Blas e hija de José Juan de Blas, que ha regentado el negocio en las últimas décadas. Paloma de Blas, licenciada en Química y con amplia experiencia en la industria cosmética, habla con entusiasmo de esas especialidades que este año se envían a países como Francia o Alemania, además de a toda España. “Este año han subido los pedidos individuales de cestas, a familiares y amigos; nosotros añadimos mensajes personalizados”, explica Paloma de Blas. Algunos productos como las nueces glaseadas o nuglass, bien conocidas por los clientes habituales, se venden en un precioso envase y, dado su éxito, han pasado a elaborarse todo el año.

Los empiñonados y las glorias de yema o batata son otras posibilidades

Los mazapanes elaborados al cien por cien con almendra marcona nunca faltan, así como los clementes, mazapanes un poco más grandes rellenos con yema. El clemente es parecido a la anguila, salvo que la anguila tiene relleno de batata. Algunos clientes incluso la prefieren rellena de yema. 

Las cascas son turrón de mazapán con baño blanco y un círculo de yema en el medio para unir, y los melindres son turrón en forma de rosquilla con yema alrededor. El turrón de Cádiz lleva mazapán, chocolate y cabello de ángel, envuelto en mazapán y al horno.

El turrón de Belén es un compendio de todo tipo de turrones más praliné, fondant, chocolate, capuchina, bizcocho y almendras. En su día el artesano que inventó el turrón quiso darle las formas de un belén. Los polvorones también forman parte de la exquisita oferta. Otra posibilidad es encargar toda clase de cestas personalizadas para regalar a todas esas personas especiales, este año más que nunca.