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Navidades a la intemperie

El Parque de Invierno acoge un improvisado, húmedo e inhóspito campamento habitado por vagabundos

El campamento en el Parque de Invierno.

¿Se imaginan ustedes, queridos lectores, que en la muy noble, muy leal, benemérita, invicta, heroica y buena ciudad de Oviedo, en pleno siglo XXI, hubiera todavía algunas personas que viviesen las Navidades a la intemperie refugiadas bajo unos andrajosos plásticos que cubren unas diminutas tiendas de campaña estando a merced de las duras inclemencias meteorológicas que padecemos durante estos días?

Pues bien, no hace falta que le den mucha rienda suelta a su imaginación porque un simple y relajado paseo por el Parque de Invierno les permitirá observar cómo un grupo de personas moran desde hace ya algunos meses en un pequeño e inhóspito campamento instalado entre árboles en la parte alta de este verde pulmón de la capital del Principado.

Sin duda, la mayoría de los mortales apenas podríamos sobrevivir unas horas en esas duras condiciones y seguro que miles de animales de compañía viven en unas condiciones mucho más confortables que estos seres humanos socialmente excluidos.

Cuando llegan estas fiestas navideñas a casi todos los seres humanos se nos llena la boca hablando de solidaridad. Desde aquí invito a mi buen amigo Alfredo Canteli, alcalde de Oviedo, a que, tras leer estas líneas, tome las medidas pertinentes para dar un cobijo decente a estas personas que moran en ese inhóspito campamento y poder instalarlos y refugiarlos en un albergue municipal en el que no pasen frío y vivan en unas dignas condiciones. Y también me gustaría que en un futuro no muy lejano a los epítetos enunciados al inicio de este artículo y que identifican a la ciudad de Oviedo se pueda añadir el calificativo de “solidaria”.

Un buen amigo me comentaba días pasados: “No entiendo cómo quien realiza una acción solidaria posa después para salir en la foto”. Con ello trataba de explicarme que cuando se quiere hacer el bien a los demás nunca debería existir necesidad de publicitarse, ya que la solidaridad siempre debería ir ligada a la humildad. En el caso que nos ocupa, del campamento en el Parque de Invierno, permítanme que recorra el camino en dirección inversa, es decir, usar la foto adjunta como denuncia para invitarnos a todos a ser más solidarios. Espero y deseo que las instituciones municipales ayuden a estas personas para que no sigan viviendo en esas condiciones infrahumanas.

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