Dentro de unos años se podrá recorrer Oviedo de Este a Oeste, desde Santullano al Cristo, en transporte público y sin apenas detenerse en ningún atasco. Ese larguísimo carril bus que lo permitirá forma parte de las buenas intenciones del área de movilidad del Ayuntamiento de Oviedo e inspirará el texto del nuevo plan que lleva tiempo cociéndose. Extender los no más de 1,8 kilómetros que posee por ahora la ciudad de vías reservadas en exclusiva para el autobús tiene las bendiciones de todos los libros blancos del tráfico que orientan las políticas desde Madrid y desde Bruselas. Pero no siempre las de todos los vecinos.

Ayer volvieron a escucharse las críticas al carril bus que se instaló en la calle Toreno durante el anterior mandato. El equipo de gobierno es “consciente” de que hay asociaciones y vecinos que protestan por ver el carril ocupado por los autobuses, impidiendo pararse delante de los portales y por las ocasionales molestias que puede provocar para los vehículos que quieren torcer hacia Marqués de Pidal. Pero el concejal responsable del servicio, Nacho Cuesta, explica que se trata de equilibrar las molestias con los motivos que llevaron a implantar el carril y que llevan, ahora, a estudiar su extensión a lo largo de toda la ciudad, recorriéndola de Este a Oeste.

Cuesta recuerda que el propio servicio del bus urbano solicitó instalar este nuevo tramo de carril específico por las molestias que tenía en esta zona de la ciudad. Los vecinos y clientes de tiendas que se concentraban con sus vehículos privados en esta zona provocaban constantes atascos. Y el objetivo de estos carriles bus, tal y como establecen las propias directrices de las políticas de movilidad, es “mejorar la velocidad comercial del servicio”.

De momento Oviedo tiene carril bus, además de este tramo de Toreno, en Santa Susana, un tramo de la avenida de Galicia, la calle Pepe Cosmen y poco más. El objetivo, insiste Cuesta, es “potenciar los medios alternativos al transporte en vehículo privado, y por eso estudiaremos muy detalladamente cómo aumentar el número de kilómetros de carril bus en la ciudad, en la línea de todas las recomendaciones y obligaciones sobre tráfico en Asturias”. Además, Oviedo recibe un ayuda del Estado por el número de kilómetros de carril bus que tenga. Ahora son 900.000 euros por esos 1,8 kilómetros. Y la idea de extender los carriles bus, aunque figurará en las directrices del nuevo plan de movilidad, ya está recogido en el vigente, el de 2012, cuyas previsiones en lo tocante a estas vías reservadas para el transporte colectivo no se han cubierto todavía.

Que la extensión de los carriles bus vuelva a estar encima de la mesa tiene que ver con una propuesta planteada ayer por el grupo Vox en la Comisión de Urbanismo y rechazada por el resto de grupos del Ayuntamiento (los de gobierno y el resto de la oposición) en la que se pedía suprimir el carril bus de la calle Toreno.

Molestias a los vecinos

La portavoz de Vox en el Ayuntamiento de Oviedo, Cristina Coto, lamentó que todos los grupos hubieran votado en contra. La concejala argumentó su iniciativa por “molestias que causa este carril bus-taxi a los vecinos y conductores, quedando tan solo dos carriles de subida, lo que en determinadas horas del día propicia que se formen colas con los vehículos que quieren girar a la calle Marqués de Pidal. Además, los vecinos residentes en la zona también se han quejado de que no pueden siquiera pararse a recoger o dejar a una persona mayor, a un enfermo, o a posar maletas o enseres”.

Coto acusó al “bipartito” de “priorizar las reivindicaciones de la concesionaria y de los conductores de autobuses”

Pendientes del nuevo plan

Tanto la extensión de los carriles bus por la ciudad como el despliegue de una red ciclable y para patinetes eléctricos forman parte de las líneas maestras del nuevo plan de movilidad, que el actual equipo de gobierno está en vías de elaborar.

Aunque el tripartito preparó un nuevo plan de movilidad, bajo la dirección de Nacho del Páramo (Somos) en Urbanismo, el nuevo que preparan PP y Cs utiliza poco de aquellos planteamientos, por más que el espíritu de las normas europeas y nacionales sigue recogido en unos y otros documentos. Los retrasos para la aprobación del nuevo documento tienen que ver con el estudio ambiental, un añadido que le faltaba al plan y que, en Gijón, motivó que se paralizara su normativa. Así las cosas, el Ayuntamiento optó por esperar a que el Principado presentara su propio estudio ambiental para el plan de movilidad del área central, que sacó a información pública durante el verano. Desde entonces, la administración regional no ha movido ficha, por lo que según fuentes municipales podría propiciar que el Ayuntamiento desatascara de una vez la tramitación del plan de movilidad municipal.