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Muere Ignacio Quirós Estremera, el ovetense que guerreó con Botín y con Gabino De Lorenzo

El empresario se enfrentó durante décadas al Santander por un crédito y tuvo su moto 21 años en el depósito de la grúa por no pagar una multa

José Ignacio Quirós Estremera, el día que recuperó la moto. | Luisma Murias

Amigos y familiares lloran desde ayer la muerte del empresario y respetado coleccionista de coches antiguos José Ignacio Quirós Estremera. El fallecido, que tenía 88 años, era un hombre muy conocido en Oviedo, entre otras cosas por sus mediáticas polémicas con el Gobierno municipal del exalcalde Gabino de Lorenzo o por sus sonados enfrentamientos con el Banco Santander y con su presidente, Emilio Botín.

Con De Lorenzo las tuvo porque el Ayuntamiento no quería devolverle una moto suya que llevaba en el depósito de la grúa 21 años. Con el banquero, a raíz de las condiciones de un crédito de seis millones de las antiguas pesetas –hoy equivaldrían a 36.000 euros– que solicitó en la oficina central de la entidad en Oviedo y cuyas condiciones siempre consideró abusivas. Quienes lo conocían no dudan al afirmar que era un hombre “muy testarudo cuando sabía que tenía razón” y que no dudaba en llegar hasta las últimas consecuencias “por una causa justa”.

Cada vez que José Ignacio Quirós acudía a una junta de accionistas del Banco Santander –él lo era– el presidente del banco se echaba a temblar. Daba igual las cuentas que presentase Emilio Botín, poco importaba que la entidad tuviese beneficios millonarios. Aquel asturiano incómodo para la dirección siempre le encontraba algún pero a la gestión del presidente. Y nunca se cansaba. “Es un tema de orgullo y de satisfacción. Llevo muchos años peleando contra el banco que me abrasó y reclamo que se haga justicia. Por un crédito de seis millones de pesetas del año 82, con el que tuve algunos problemas, me quitaron la vida y destrozaron a mi familia, pero no van a conseguir llevarse mi honra. Exijo un resarcimiento, y en eso estoy”, explicaba hace unos años.

Esa lucha con el banco –el empresario siempre alegó que los intereses que le cobraron por el crédito fueron abusivos– le llevó a perder “vida, dinero y posición”, según decía. Aseguraba que esa guerra también provocó que le embargasen parte de sus bienes y que se arruinase “la colección de coches antiguos más importante de España”. Quirós Estremera decía que sus coches eran “verdaderas obras de museo” que acabaron durmiendo a la intemperie en una finca cercana al Cabo Peñas.

Una sanción “injusta”

Quirós Estremera recuperó su moto Guzzi California después de que llevase 21 años en el depósito de la grúa municipal y tras enviarle “una amenaza de querella” por apropiación indebida al por entonces alcalde Agustín Iglesias Caunedo. La Policía llevó el vehículo al depósito municipal el 28 de abril de 1993, cuando estaba aparcada en la calle Melquíades Álvarez y no salió de allí hasta marzo del año 2014. «Estaba bien aparcada y no molestaba a nadie. Me la secuestraron con abuso de autoridad, prepotencia y chulería en grado superlativo», explicaba el día que la recuperó el empresario fallecido.

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