Oviedo castiga a los conductores incívicos: Cuatro de cada diez multas de Tráfico son por aparcar mal

Estacionar en isletas, parar en doble fila durante un largo periodo de tiempo y dejar allí el vehículo son algunos de los ejemplos cotidianos que los agentes de la Policía Local se encuentran en las calles de la capital asturiana. De los 8.013 expedientes sancionadores abiertos por aparcar mal, la principal causa corresponde a personas que dejaron el coche en zonas de carga y descarga (1.626), seguidas de las que dejaron el vehículo sobre la acera (1.314) y de las que aparcaron invadiendo de manera considerable un carril destinado al tráfico (1.244). A estos se suman decenas más que tienen en común el ocupar espacios no habilitados para estacionar.

Llama igualmente la atención el elevado número de sanciones por circular a través de calles peatonales. A lo largo de 2020 fueron pillados 3.187 conductores pasando por alguna de las calles reservadas para los desplazamientos a pie. Esta cifra choca con la gran caída de las sanciones por saltarse semáforos en rojo. Los fotorrojos de la ciudad tan solo cazaron a 2.284 personas, lejos de las 6.000 multas impuestas hace dos años solo por los dispositivos de la plaza de Castilla y la glorieta de la Cruz Roja.

En el caso de la plaza de Castilla, la bajada de las sanciones es aún mayor, pues la colocación de una cuenta atrás en enero del año pasado para advertir a los conductores del cambio de color de la señal luminosa ya provocó un descenso en las multas de un 67% en su primer año de funcionamiento, según indicaron fuentes de la concejalía de Seguridad Ciudadana.

El año de la pandemia también redujo considerablemente el trabajo de los empleados del servicio de la grúa municipal. A lo largo de 2020 fueron arrastrados 3.360 vehículos frente a los 5.275 remolques del ejercicio anterior. Curiosamente, 2019 fue el primer año en que repuntó el número de servicios tras seis años de descenso, salvo la excepción de 2018, cuando hubo un muy ligero repunte. Los datos quedan muy lejos de los 20.000 arrastres de 2012 y la previsión es que este año vuelvan a crecer al no estar previsto un confinamiento tan duro como el del ejercicio anterior.

Termómetro de actividad

El número de actuaciones desglosado por meses sirve para resumir el nivel de actividad registrado en la ciudad según se iba desarrollando la pandemia. Del medio millar de arrastres de la grúa municipal a lo largo de enero y febrero se pasó a unos 200 en el mes de marzo y los meses más flojos fueron abril y mayo, con 35 y 93 intervenciones de la grúa, respectivamente. Las intervenciones volvieron a crecer a partir del verano alcanzando su segundo pico del año en octubre (376) antes de volver a caer en noviembre y diciembre como consecuencia de las restricciones para contener la segunda ola de contagios.

En lo que respecta a las sanciones por exceso de velocidad, se quedaron en 1.553, muy lejos de lo habitual en otros ejercicios en los que en algunos casos se rozaron las 10.000 sanciones impuestas por la media docena de dispositivos automáticos instalados en varios puntos céntricos de la zona urbana de Oviedo.

No menos sorprendente resulta comprobar que la tercera causa de las multas de Tráfico en Oviedo es la no presentación inmediata de un documento de identificación en los controles llevados a cabo por los efectivos del Consistorio. Nada menos que 2.596 conductores fueron pillados sin documentación identificativa tras recibir el alto de los efectivos desplegados de manera aleatoria en distintos puntos.

El cerrojazo al ocio nocturno, el confinamiento y los toques de queda no se tradujeron en una erradicación de los casos de alcoholemias. El año 2020 dejó 359 propuestas de sanción para conductores que se pusieron al volante después de tomarse unas copas. En este caso, los datos no caen pues, sin ir más lejos, las cifras oficiales reflejan estadísticas similares a 2017 cuando se multó a 294 conductores por esta misma razón. Además, 192 personas fueron propuestas para sanción por agentes que los vieron hablar por el móvil mientras conducían por las calles ovetenses.

El concejal de Seguridad Ciudadana, el popular José Ramón Prado, ve en los datos una prueba del buen hacer de los efectivos municipales en el año más duro para los cuerpos y fuerzas de seguridad. “La Policía Local ha cumplido con sus obligaciones en un año especialmente difícil. Aunque podamos discrepar sobre alguna de las medidas impuestas, los agentes han vigilado su cumplimiento y han tramitado las sanciones pertinentes”, indica el edil, subrayando la capacidad de adaptación de los agentes a las exigencias sanitarias. “No han descuidado ninguna de sus obligaciones pese a la exigencia de todas las medidas anticovid”, destaca Prado.

Ciclista borracho

En el resumen de infracciones de la concejalía de Seguridad Ciudadana se incluyen algunas incidencias curiosas. Es el caso de un ciclista que dio positivo en el control de alcoholemia que le practicaron los agentes al evidenciar claros síntomas de embriaguez cuando circulaba por la vía pública o el caso de un conductor que fue multado por llevar parte de la cristalera del coche tapada por elementos que dificultaban su visión. “Hay muchas infracciones que la gente comete alegando desconocimiento de la norma, aunque suelen ser de sentido común”, apuntan fuentes policiales de acuerdo a los más de 200 motivos que conllevaron una sanción durante el pasado año.