La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El conjunto catedralicio y el Oviedo barroco, claves para el plan que se mandará a la Unesco

El perfil de los miembros del comité y la decisión de limitar la propuesta a una parte de la ciudad permiten anticipar las líneas de acción

La Catedral de Oviedo

“La idea es crecer un poco más sobre lo que ya tenemos”. Este es el planteamiento de partida del alcalde de Oviedo, Alfredo Canteli, cara a la concreción de la propuesta con la que el consistorio tratará de conseguir que la Unesco otorgue a la ciudad la declaración de Patrimonio de la Humanidad. Un reto difícil, que la ciudad ya afrontó sin éxito en 1998, y que ahora se espera lograr con una propuesta más ajustada y madurada por un comité interdisciplinar en el que participan el arquitecto Jorge Hevia, la historiadora del arte Yayoi Kawamura, la arqueóloga Otilia Requejo, el historiador Ángel de la Fuente y el sacerdote Juan José Tuñón. Aunque el comité apenas acaba de crearse y sus miembros no han mantenido aún reuniones de trabajo, la perspectiva municipal y el perfil de los especialistas seleccionados anticipan que las claves de la propuesta pasarán por el conjunto catedralicio y por la reivindicación del rico patrimonio barroco de la ciudad.

Base.

Cara a conseguir la declaración, Oviedo cuenta con un activo importante, como es el conjunto de inmuebles dentro de la ciudad que ya cuentan con la consideración de Patrimonio de la Humanidad: la Cámara Santa, la Foncalada, San Julián de los Prados y los monumentos del Naranco, Santa María y San Miguel de Lillo, además del Camino de Santiago. Sobre esta base se puede armar una propuesta que, a partir de la ruta jacobea y de la Cámara Santa, se amplíe por todo el barrio de la catedral.

Perfiles.

Se puede anticipar que uno de los ejes de la propuesta será el conjunto catedralicio. La presencia de Juan José Tuñón, canónigo de la Catedral, y de Otilia Requejo, Delegada de Bienes Culturales de la Diócesis de Oviedo, constatan esta orientación, como también la de Jorge Hevia, coautor junto a Cosme Cuenta del Plan Director de la Catedral y que participó en la restauración de la Cámara Santa. El conjunto catedralicio y su entorno, de hecho, podrían sostener por sí mismos una propuesta específica.

El conjunto catedralicio y el Oviedo barroco, claves para el plan que se mandará a la Unesco

El conjunto catedralicio y el Oviedo barroco, claves para el plan que se mandará a la Unesco

Plan director.

Una de las razones por las que fracasó el primer intento de lograr la declaración de Patrimonio de la Humanidad para Oviedo fue por acumular cierto historial de destrucción patrimonial. Episodios como el del ensanche de la plaza de la Catedral, que propició la demolición en 1931 de toda una manzana histórica, o la destrucción aparejada a la Revolución de 1934 y a la Guerra Civil habían cambiado la imagen urbana de Oviedo de manera decisiva. Pero además, en aquel año de 1998 la ciudad no podía siquiera oponer su también largo historial de rehabilitación patrimonial, ya que estaba demasiado reciente la controvertida reconstrucción de la plaza del Fontán, ejecutada entre 1996 y 1997, y que había propiciado la demolición y posterior reedificación (rectificando además su trazado original) del enclave. Ahora, en cambio, la ciudad puede presentar el aval de la propia Catedral, que ha completado las obras incluidas en su Plan Director.

Universidad.

Otro hito es el Edificio Histórico de la Universidad de Oviedo. Su condición de sede de una institución académica cuatro veces centenaria, el propio valor del edificio (una muestra relevante de la arquitectura clasicista de finales del siglo XVI) y hasta su rehabilitación a mediados del siglo XX constatan su relevancia. Además, la institución permite establecer una línea de relato sobre la tradición académica de Oviedo, que la conecta con otros enclaves como la celda de Feijoo, que se conserva en el Arqueológico.

Barroco.

Si hay algo que dota de auténtica personalidad al casco histórico de Oviedo es la potencia de sus edificaciones barrocas. Aparte del peso que la arquitectura de esta época tiene en el conjunto catedralicio, edificios como el Ayuntamiento de Oviedo refuerzan esta conexión. En las proximidades de la Catedral, además, se localizan varios palacios de época moderna de singular trascendencia. Los palacios de Miranda-Valdecarzana-Heredia, Camposagrado y Malleza Toreno se localizan en el eje entre la catedral y la Universidad. Por su parte, el de Velarde y la casa de Oviedo-Portal se integran en el Museo de Bellas Artes de Asturias, que puede tener un peso específico por sí mismo como punta de lanza de una “manzana de los museos” que, en definitiva, se inscribe en estos mismos límites. Y un poco más alejados de este meollo, pero también próximos, están la Casa de Comedias (hoy Biblioteca de Asturias) y los palacios de Inclán y del Duque del Parque (hoy Marqués de San Feliz), siendo este último el único en manos privadas en la actualidad. Al igual que sucede con la catedral, el propio perfil del grupo de expertos apunta a la fuerza que tendrán estos inmuebles en la propuesta, toda vez que Yayoi Kawamura es una reconocida experta en este ámbito.

Industrial.

Una opción alternativa, que no parece claro que se vaya a seguir, es la incorporación de enclaves vinculados al patrimonio industrial. Se trataría de abrir un eje desde las proximidades del Arqueológico hacia Santullano, metiendo a las antiguas fábricas de Gas y de La Vega. Esta posibilidad contaría con cierto respaldo político: ayer mismo, el grupo socialista en el Ayuntamiento celebraba que el equipo de Gobierno centre la propuesta “en el Oviedo intramuros”, como había defendido el PSOE, y pedía que se tenga en cuenta, precisamente, el patrimonio industrial.

Compartir el artículo

stats