El Ayuntamiento de Oviedo tiene luz verde del Consejo de Patrimonio Cultural para redactar un proyecto de rehabilitación de la plaza de toros que incluya recuperar su altura original e incorporar una cubierta retráctil de ojo central. Así lo confirmó ayer el órgano patrimonial, tras una sesión plenaria en la que se analizó la consulta planteada por el gobierno local en relación al criterio de intervención para acometer la rehabilitación y reforma del edificio, incluyendo su adaptación a nuevos usos.
La documentación remitida por el Ayuntamiento al Consejo de Patrimonio Cultural no es un proyecto acabado, sino una propuesta realizada en base a la asistencia técnica firmada por el arquitecto Ignacio Ruiz Allen.
Según detalla la Consejería de Cultura, la actuación planteada por el Ayuntamiento “garantizaría el mantenimiento del ruedo y de las gradas del primer tramo (obra de Juan Miguel de la Guardia), así como el recrecido del último piso hasta alcanzar la altura original del edificio”. Este planteamiento, añade Cultura, “incluye una cubierta con apertura retráctil de ojo central que, en principio, se considera viable, aunque habrá de concretarse en una propuesta cuidadosa y ajustada a la preservación de la construcción histórica”.
La precisión del Consejo de Patrimonio Cultural respecto a la necesidad de preservar la construcción histórica responde al valor histórico-artístico del edificio, que está catalogado desde 2007 como Bien de Interés Cultural (BIC), la máxima figura de protección patrimonial que contempla la legislación. “El pleno ha evaluado positivamente la propuesta municipal con varias indicaciones que tendrán que materializarse en el proyecto básico y de ejecución, que habrá de volver a ser analizado y, en su caso, aprobado, por el Consejo de Patrimonio Cultural”, añade la Consejería de Cultura.
A juicio del alcalde, Alfredo Canteli, “la valoración positiva realizada por el Consejo de Patrimonio es una muy buena noticia, y nos invita a seguir dando pasos en la dirección iniciada para que la recuperación de una infraestructura tan importante para nosotros como es la plaza de toros sea una realidad”.
Para el regidor, esta evaluación positiva de la propuesta para cubrir la plaza de toros y otra iniciativa aprobada ayer en el pleno del Consejo de Patrimonio Cultural, como es la intervención para subsanar las humedades en San Miguel de Lillo, demuestran “el compromiso del Gobierno regional, y en concreto de la consejera de Cultura, Berta Piñán, con nuestro patrimonio histórico y cultural. En su día me transmitieron de palabra su apoyo, y con hechos lo demuestran”.
Pabellón multiusos
La pretensión del Ayuntamiento pasa por convertir la plaza de toros en un pabellón multiusos con una capacidad no superior a los 5.000 espectadores. Para su proyecto, el gobierno local se inspira en el plan director redactado en 2015 por el propio Ignacio Ruiz Allen, que ya planteaba la recuperación del segundo piso original del edificio, que se perdió a consecuencia de un incendio que sufrió el edificio en 1932, y la integración de una cubierta. Para entonces, la plaza llevaba ocho años sin acoger corridas, y siete cerrada totalmente al público, debido a su deteriorado estado.
Aquel ambicioso proyecto, impulsado por el entonces alcalde Agustín Iglesias Caunedo, fue paralizado a causa, precisamente, de que Patrimonio consideró que se podría alterar su estructura arquitectónica.
En los últimos seis años, el Ayuntamiento ha intentado al menos en otra ocasión retomar el proyecto. Fue durante la anterior legislatura cuando se planteó rebajar la protección del inmueble para facilitar su remodelación. Pero la pretensión no acabó de gestionarse y el proyecto volvió a quedar paralizado hasta que el gobierno de Alfredo Canteli lo recuperó. Y a la tercera, parece ser, podría ir la vencida.
