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Tudela Veguín

Tudela Veguín se pone de uñas para clamar por el arreglo de su centro social tras 11 años de espera: “Esto es de vergüenza”

Algunas de las salas del edificio, del arquitecto Juan Miguel de la Guardia, tienen goteras, los suelos levantados y agujeros en la fachada

La fachada del centro social de Tudela Veguín. | LNE

El centro social de Tudela Veguín lleva más de una década esperando por una reforma integral y los vecinos de esta localidad ovetense consideran que ya es hora de que el Ayuntamiento agilice una obra que ellos comparan “con la del Escorial” por su tardanza y sus continuos frenazos. La rehabilitación del edificio –que albergaba las antiguas escuelas y es obra del arquitecto Juan Miguel de la Guardia– se planteó por primera vez en el año 2010 y, desde entonces, ninguna de las Corporaciones que han pasado por el Consistorio han logrado llevarla a efecto. “Esto es una vergüenza. Es el único edificio del pueblo que pertenece al Ayuntamiento, un punto de reunión para todo el pueblo y lo tienen en estas condiciones”, denuncia José Fermín Palicio, tesorero de la asociación de vecinos San Julián.

Lo cierto es que el recorrido del proyecto de reforma del centro social de Tudela Veguín está lleno de socavones. “Se adjudicó en abril de 2011, pero a los pocos meses se cambió de contratista y ese cambio acabó en un litigio que duró varios años y ocasionó la pérdida de fondos mineros para la realización de la obra. La reforma se incluyó después en los presupuestos municipales de 2015 por una cuantía de 270.000 euros y no se realizó, pero es que volvió a meterse en los de 2017 y tampoco se llevó a cabo”, explica Palicio. En agosto del año 2018 las obras se adjudicaron de nuevo a otra empresa y los trabajos llegaron a iniciarse, pero fueron suspendidos a los pocos días “por un asunto de sobrecostes” y, meses después, el contratista se declaró en quiebra, por lo que todo volvió a paralizarse. “En el 2020, ya con esta nueva Corporación, se asignó una partida de 480.000 euros para el centro social, pero por el momento no se ha hecho nada de nada”, subraya el portavoz de la asociación de vecinos.

Los problemas

El caso es que el centro social de Tudela Veguín “sigue hecho un desastre” después de años de “chapuzas” y de promesas incumplidas. Algunas de las salas del inmueble están llenas de goteras, la madera del suelo está podrida en alguna de las estancias –sobre todo en el ático y en el sótano– y hay agujeros en las fachadas por los que han llegado a colarse ratas. “Es una pena porque es el lugar de reunión para la gente del pueblo. Al centro social acuden las personas mayores y también los jóvenes. No podemos dejar morir un servicio tan importante para nosotros y por eso reclamamos que nos hagan caso de una vez”, señala José Fermín Palicio.

Los vecinos de Tudela Veguín exigen además que, como se les había prometido, la reforma del centro social incluya un ascensor para las personas con movilidad reducida y la instalación de un sistema de calefacción. “Queremos que nos contesten y que nos digan qué es lo que pasa con esta reforma. Nosotros también pagamos los impuestos en Oviedo”, insiste el representante vecinal.

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