Un gran andamio con tela de color amarillo envuelve los 300 metros de la muralla medieval –en la imagen– con motivo de las labores para la rehabilitación de la defensa que delimitaba el Oviedo Redondo. Una vez que se ha eliminado el manto vegetal que desde hacía décadas cubría este elemento histórico, las tareas proseguirán ahora con los trabajos necesarios para asegurar los elementos que están mejor conservados y reparar los que presentan daños.