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Susto en el Antiguo: parte de la fachada de un edificio se desploma y llena la vía de cascotes

Los bomberos asegurarán la estructura del inmueble, una construcción en ruinas del siglo XIX en la esquina entre Mon y San Antonio

Susto en el Antiguo: parte de la fachada de un edificio se desploma y llena la vía de cascotes

Susto en el Antiguo: parte de la fachada de un edificio se desploma y llena la vía de cascotes Irma Collín

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Susto en el Antiguo: parte de la fachada de un edificio se desploma y llena la vía de cascotes Sara D. RIESGO

Ruido en la calle San Antonio. El edificio número 18 de esta vía del Antiguo, entre Mon y Canóniga, se vio afectado ayer por la caída de parte de su fachada. Sobre las seis de la tarde, la construcción sufrió el desplome del alero y sepultó la vía pública entre los escombros.

Los bomberos, limpiando los escombros. | Irma Collín

Sobre las seis de la tarde, la Policía Local recibió una llamada a la central que les avisaba del derrumbe de un edificio en la zona del casco viejo. Cuando supieron de la noticia, la patrulla encargada de la zona se presentó allí para ver la situación y acordonaron rápidamente la zona para que ningún transeúnte pudiera pasar por la calle afectada.

El subinspector del cuerpo de seguridad Argimiro Díaz se presentó en la escena del accidente y explicó que los cascotes amontados en la vía pública podían llegar a ser de “una tonelada”: “Cuando la patrulla llegó se avisó a los bomberos para que intervinieran cuanto antes. Por suerte no pasaba nadie en ese momento por la calle y no tenemos que lamentar ningún herido, al final solo fue un susto”. Díaz acompañó a la patrulla en todo momento y avisó a los ciudadanos que pasaban por el lugar de que no se podía atravesar por esas calles, pero que las zonas de alrededor seguían funcionando perfectamente: “El edificio lleva mucho tiempo en estado de ruinas y abandonado, por lo que lo mejor que podemos hacer ahora es cerrar esta zona para que no se produzca ningún accidente. Esperamos que los bomberos puedan terminar su trabajo y que no haya más desperfectos”, añadía Díaz.

El edificio, datado entre los años 1850 y 1875, es una construcción de carácter histórica y que conserva su cubierta original, con estructura y tablero de madera y cobertura de teja cerámica. La fachada está construida con fábrica de ladrillo y el interior cuenta con vigas, pilares y forjados de madera. Esta parte interior es la “más sensible” a factores externos según el Catálogo de Urbanismo del Concejo de Oviedo. Sin embargo, las condiciones climáticas son causas que el catálogo propone como condiciones que pueden afectar a la conservación de la construcción, uno de los aspectos que se cree pudieron propiciar el derrumbe del alero del edificio.

Eloy Antuña, inquilino del segundo piso del portal número 16, colindante al edificio accidentado, estaba allí cuando sucedió el desplome y comentó que salió de su vivienda para ver lo que había passado: “Estaba con una amiga en casa y de repente oímos un ruido fortísimo, no parecía normal, así que nos asomamos a la ventana para ver qué había pasado. En cuanto lo vimos salimos de casa, por si acaso”.

Juan Luis Álvarez, propietario de uno de los pisos del edificio de al lado, se presentó en la zona en cuanto recibió el aviso de lo que estaba ocurriendo: “Estoy esperando a que lleguen los bomberos y me puedan explicar qué ha pasado, porque no sé si el derrumbe ha afectado a mi piso”.

Con el aviso de la Policía Local a los bomberos, estos se personaron allí un cuarto de hora después de que se avisase del desplome del alero del edificio. El cuerpo de seguridad estudió la situación durante unos minutos y rápidamente se pusieron en marcha. Se subieron al bichero y comenzaron a tirar las partes de la fachada y el tejado que no habían terminado en la vía pública pero que “estaban en una situación delicada”, según explicó el subinspector de bomberos Iván González, a cargo del operativo. “Hemos tirado los restos que podían poner en peligro la zona de pasada del peatón y estamos esperando la decisión de aparejadores y arquitectos. No es la primera vez que trabajamos en este edificio, está en muy malas condiciones”, añadía González. Según pudo saber este periódico, el edifició se ariostrará hoy para asegurar la estructura, pero se ha descartado demolerlo.

El edificio, que se encuentra en estado de ruina y abandonado, había sido, en su origen, el almacén de chocolate de “La Popular” y luego se instaló la tienda de arte sacro “La Victoria”. En pleno centro del Antiguo, la zona donde se encuentra es una de las más concurridas durante la jornada, ya que es calle de paso para acceder a partes icónicas de la ciudad, tales como la Catedral o la Corrada del Obispo.

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