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La Cocina Económica reparte 300 menús del Desarme en medio de un repunte de usuarios

Los hosteleros redoblan sus donaciones a la institución, que aprecia más pobreza entre las familias por la subida de la luz y la vuelta al cole

La Cocina Económica reparte 300 menús del Desarme

La Cocina Económica reparte 300 menús del Desarme Víctor Alonso

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La Cocina Económica reparte 300 menús del Desarme Lucas Blanco

El menú de la paz y la concordia fue también ayer el de la solidaridad. Unos 300 usuarios de la Cocina Económica se sumaron este lunes a los actos del Desarme recibiendo al mediodía los tradicionales garbanzos con bacalao y espinacas, callos y arroz con leche. Lo hicieron posible los hosteleros locales a través de la patronal Otea, que en colaboración con el Ayuntamiento y la compañía Makro facilitaron 90 kilos de callos, 40 de garbanzos, 15 de bacalao y 75 litros de leche para una institución cuya responsable, Sor Fernanda, alertó sobre un incremento de la pobreza a raíz de la subida de la luz y los gastos de la vuelta al cole.

Antes del inicio de la crisis sanitaria, los voluntarios atendían diariamente a unas 150 personas. Hoy son 300, si bien en los últimos meses esa cifra había bajado gracias al impulso para el empleo que supuso la temporada turística. “Las dificultades en las familias están volviendo a resurgir. La luz sube, los niños vuelven al colegio y hace falta ayuda para conseguir ropa y alimentos”, explicó Fernanda García, muy agradecida con la donación realizada por el sector hostelero de la localidad. “Estamos felices de ver cómo la sociedad tiene en cuenta a esta gente”, indicó en referencia a las donaciones.

Los fogones de la Cocina Económica empezaron a calentar pasadas las siete de la mañana con Florentino Menéndez al mando. El objetivo era tenerlo todo listo para las 12.30 horas, momento en el que empezaron los repartos del menú del Desarme, así como de las cenas para los tres centenares de usuarios actuales. Una decena de voluntarios y personal de la institución se encargaron del preparado, empaquetado y reparto de unos bocados muy esperados para los habituales de este servicio solidario. “Algunos ya llevaban días preguntando si este año había Desarme”, explica Sor Fernanda.

Por la izquierda, José Antonio Martínez, José García-Inés, Sor Fernanda, Alfredo García Quintana, Florentino Menéndez, David González Codón y Marco Grana, ayer, en la Cocina Económica. Junto a estas líneas, voluntarios preparando los menús del Desarme para los usuarios de la Cocina Económica. | Víctor Alonso

La buena acogida del menú es celebrada por Otea, cuyo presidente celebra la buena marcha de la cita gastronómica que hoy mismo celebra su día grande. “Es un año de optimismo, de recuperar la alegría y nueva normalidad, y con esta iniciativa queremos devolver a la sociedad una parte de lo que nos dan acudiendo a nuestros establecimientos”, explicó el presidente de la junta hostelera local de Otea en Oviedo, David González Codón.

Por parte del Ayuntamiento, el concejal de Hostelería, Alfredo García Quintana, subrayó el compromiso social de la patronal hostelera con una de las instituciones sociales con más solera de la capital. “Es una donación que se lleva realizando muchos años, pero quizás estos dos últimos es más necesaria que nunca”, dijo para segundamente aplaudir “la gran labor” desarrollada desde las instalaciones de la céntrica calle San Vicente, donde la Cocina Económica desarrolla su labor.

Tanto Quintana como Codón visitaron las dependencias para ver de primera mano los preparativos. Lo hicieron junto a Sor Fernanda, Florentino Menéndez, el presidente de la Cocina Económica, José García Inés y el director de área de la compañía Makro, Marco Rama, el cuál mostró su disposición a seguir participando en este tipo de iniciativas para ayudar a las personas más desfavorecidas.

Reapertura del comedor

Sor Fernanda aprovechó la visita para desvelar la intención de la Cocina Económica de recuperar su servicio de comedor, cerrado desde el inicio de la pandemia con la intención de evitar contagios entre los usuarios. La religiosa, que se puso en diciembre al frente de la entidad, reconoció contactos con las autoridades regionales a fin de conseguir el visto bueno para volver a la normalidad en el servicio. “Somos los primeros que queremos recuperar todas las funciones”, comentó García, sin marcarse un plazo. “De momento no podemos dar una fecha, pero esperemos que sea pronto”, añadió en relación de un servicio indispensable para muchos usuarios sin techo cuando llegue el duro invierno.

Los responsables de la Cocina Económica sostienen que el empeoramiento de las economías domésticas en el último mes es patente por varios indicadores. Además de recuperar el nivel de 300 menús diarios, actualmente se está ofreciendo ayuda a unas 80 familias a la semana, cuando antes de la llegada del covid apenas eran una veintena. “Desde que empezó todo esto hemos recibido muchos casos de mujeres dedicadas sobre todo a la hostelería que perdieron su trabajo”, desveló la monja en relación al perfil de los nuevos demandantes de ayuda alimentaria en la capital del Principado.

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