El futuro Plan General de Ordenación de Oviedo (PGO) priorizará la promoción económica y la lucha contra el cambio climático, será respetuoso con los procesos urbanísticos en desarrollo, apostará por una visión liberal a la hora de gestionar los espacios urbanizables, reivindicará la naturaleza cultural y la capitalidad, y estará listo antes del final de la actual legislatura, a mediados de 2023. Esas son las claves del documento de prioridades del PGO, según explicaron ayer el concejal de Urbanismo y primer teniente de Alcalde de Oviedo, Nacho Cuesta, y el arquitecto urbanista redactor del plan, Víctor García Oviedo, durante un coloquio organizado por LA NUEVA ESPAÑA y celebrado en el Club Prensa Asturiana, ante una nutrida afluencia de público, que participó activamente durante la segunda mitad del encuentro, planteando sus dudas y sus reivindicaciones al edil y el técnico.
El coloquio, moderado por el redactor de LA NUEVA ESPAÑA Chus Neira, comenzó con una presentación de Nacho Cuesta, que defendió el PGO como un “instrumento de primera magnitud” para el Ayuntamiento y también su triple vertiente “urbanística, jurídica y política, entendiendo esta última desde la acepción más noble del término”.
El edil también asumió la herencia del anterior Gobierno, que comenzó la tramitación del plan: “Al principio del mandato nos planteamos qué hacer con ese documento, y concluimos que estábamos de acuerdo en el diagnóstico que daba el anterior Gobierno y con sus motivaciones, por lo que, tras mucho análisis, en un proceso ralentizado por la pandemia, decidimos continuar con unas correcciones que no son menores”.
Sintetizando mucho la historia reciente del urbanismo en Oviedo, Cuesta señaló que el actual PGO, aprobado en 2006, se limita a “una adaptación de tipo técnico y jurídico, estrictamente”, del anterior, de 1999, y está superado en muchos aspectos. “Por ejemplo, no tiene estudio de impacto ambiental”, señaló. Para el edil, además, era importante introducir no solo una reordenación de lo existente, sino también esbozar un proyecto, a futuro, de ciudad.
Esta segunda vertiente se apoya, a juicio de Cuesta, en dos pilares: “Intentar que la ciudad sea capaz de propiciar la generación de riqueza y, por tanto, de empleo, en línea con las acciones que está impulsando este equipo de Gobierno desde el principio del mandato, y la recuperación de la capitalidad de Oviedo”.
En lo referente a la generación de riqueza, Cuesta esbozó una idea de ciudad desde una perspectiva liberal, huyendo de una “planificación desmedida” y creando un marco normativo que deje espacio a “un mercado que sea capaz de gestionarse”. “Me encantaría volver a ver Oviedo lleno de grúas, porque eso es que hay actividad y generación de riqueza, y vamos a facilitarlo”, sostuvo el edil, que también dejó clara su apuesta por el “anillo verde” y por estructuras como la Ronda Norte.
Al hablar de la condición de la ciudad como capital de Asturias, Cuesta remarcó que el Estatuto de Autonomía recoge esta condición “de una forma particular, extravagante”, y señaló que, más allá de la norma legal, hay otros factores que avalan esa condición: “Oviedo no es capital porque lo determine el Estatuto: Oviedo es capital porque es líder”. Por esta misma razón, el equipo de Gobierno exigió la incorporación, “de forma indisociable respecto al PGO”, de los Proyectos de Capitalidad. “Oviedo tiene que ser el tractor, un elemento tractor de Asturias”, afirmó Nacho Cuesta.
Tanto el concejal como el redactor del PGO aseguraron que la intención del Gobierno es hacer un documento lo más participativo posible. “Queremos que los ciudadanos opinen de lo que quieren que sea su ciudad en el futuro”, señaló Cuesta, explicando así la razón por la que el plazo de exposición pública del documento de prioridades, que legalmente puede cerrarse en 20 días, se ha ampliado hasta los dos meses. Víctor García Oviedo, por su parte, añadió que el documento presentado no está cerrado, sino que puede ser objeto de modificaciones en atención a las propuestas de la ciudadanía.
El urbanista centró su intervención inicial en explicar “la intrahistoria” del plan insistiendo en la necesidad de amoldar esta herramienta a las necesidades actuales y futuras de la ciudad. Para empezar, García Oviedo desterró la idea de que el PGO vaya a ordenar el futuro crecimiento de la capital, ya que considera que no va a haber tal, al menos en términos de población. “Oviedo no va a crecer por ningún lado. Puede que decrezca, pero justificadamente”, insistiría más adelante el urbanista, durante el coloquio con el público.
García Oviedo puso además en primer plano la lucha contra el cambio climático, y defendió que en esa lucha crucial, el potencial de Asturias es considerable. “Ahora nos vienen con el ‘nuevo Bauhaus’, pero lo que tenemos que hacer es un pacto con la industria y crear la Bauhaus asturiana”, insistió García Oviedo, que junto a Cuesta insistió en la apuesta por regenerar el centro y circunscribir la vivienda unifamiliar a una zona rural que quieren que vuelva a ser “atractiva para vivir”, apostando por un modelo arquitectónico de inspiración nórdica, con viviendas unifamiliares compartidas, de una o dos alturas, con terrazas y zona verde asociada y orientación sur.
Durante el coloquio con el público, intenso por momentos, Cuesta y García Oviedo fueron muy explícitos en sus posiciones. Para empezar, ambos marcaron plazos para la aprobación definitiva del PGO. “Hay muchas administraciones sectoriales implicadas en la aprobación de un plan de ordenación, pero si cumplen los plazos, y desde el Ayuntamiento se les debe atornillar para que lo hagan, estamos comprometidos a hacer el PGO dentro de esta legislatura”, señaló García Oviedo.
Para que no quedara duda, el moderador, Chus Neira, inquirió sobre esta proyección a Cuesta, que corroboró los plazos, dejando el periodista clara la fecha: mediados de 2023.
García Oviedo defendió además la vertiente cultural de la capital, que a su juicio resulta clave a la hora de planificar el futuro de la urbe. “Oviedo es una ciudad fundamentalmente cultural. Pero es que en España es, quizás junto a Toledo, la ciudad más importante. Aunque yo me quedo con Oviedo, porque el Camino de Santiago empezó aquí. Mucha gente no es consciente de lo que se tiene, y es una cuestión estratégica”, aseguró el urbanista.
A preguntas del público, el urbanista también profundizó en la distinción entre la zona urbana y la rural, explicando que se trata de una cuestión clave, y de gran complejidad, cuyo origen se sitúa en la división territorial desarrollada por el ministro Javier de Burgos en 1833. Una norma que fijó el sistema de municipios y provincias que, con escasas modificaciones, sigue vigente, y en el que, explicó, hay problemas de encaje para todo el norte del país, donde la división tradicional por parroquias quedó soslayada por los municipios.
En el marco del debate, una asistente inquirió a Cuesta por su posición sobre la Ronda Norte, preguntándole si es compatible ese desarrollo con la pretensión de impulsar un “anillo verde” y con la propia defensa del Camino de Santiago, y sobre el proyectado recinto ferial de La Florida. En relación a la Ronda Norte, Cuesta defendió el proyecto sin ambages, pese a que insistió en que es una iniciativa del Ministerio de Fomento, y recordó que todos los grupos políticos de la corporación salvo uno (Somos Oviedo, aunque no lo mencionó) llevaban ese desarrollo, de forma explícita o no, en sus programas electorales. “Son partidos que representan a 24 de los 27 ediles, y a un porcentaje de los votantes que creo que se situaba en el 93%”, señaló Cuesta. El edil erró en el cálculo de porcentajes, pero no en la abrumadora diferencia; Somos alcanzó el 11% de los votos, mientras los otros cuatro partidos de la corporación sumaron el 81%. Su interlocutora aseguró que entre la ciudadanía hay una mayoría social en contra del proyecto, aunque en la propia sala se alzaron voces negando esa apreciación. Y sobre la solución de horadar un túnel bajo el Naranco, Cuesta defendió que esa propuesta es respetuosa con el medio ambiente y el patrimonio jacobeo.
En relación al recinto ferial de La Florida, Cuesta defendió que se trataba de un lugar idóneo para hacer esa infraestructura, de la que Oviedo carece y que ha impedido, por ejemplo, “que el Circo del Sol actúe en la ciudad”. En todo caso, el edil reivindicó la legitimidad del Gobierno local para hacer esa obra y concluyó recordando que las acciones del bipartito, como las de todos los gobiernos en un sistema democrático, se contestan o se ratifican en las elecciones.
