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El futuro musical ya es presente

El trío “4Tercios” exhibe todo su potencial en el concierto que inauguró el ciclo de la Sociedad Filarmónica, el RIDEA y La Castalia

Ordás, Ruiz de la Peña y Menéndez, ayer, en el Filarmónica. | Miki López

La Sociedad Filarmónica de Oviedo no pudo iniciar el año 2022 de mejor forma. Lo hizo anoche, con tres de los músicos más prometedores del panorama asturiano actual sobre el escenario interpretando un programa atractivo y, en cierto modo, desconocido, ya que tres de las cuatro obras que ejecutaron son de creación propia. Y es que, si paralelamente en los lejanos desiertos de Riad se vivía un clásico futbolístico, la “delantera” que exhibió la Sociedad Filarmónica en esta cita con el trío “4Tercios” era un espectáculo musical.

Fue un estreno afortunado para el año de la Sociedad Filarmónica y también para ese ciclo con los jóvenes talentos que la entidad coorganiza con la asociación cultural La Castalia y con el Real Instituto de Estudios Asturianos (RIDEA). Una alianza que se deja notar también en el patio de butacas, que registró una muy buena entrada, mayor de lo habitual.

Durante algo más de una hora, Gabriel Ordás (violín), Rubén Menéndez (viola) y Santiago Ruiz de la Peña (violonchelo) desplegaron todo su saber hacer y mostraron que, a pesar de su juventud, son un valor de presente más que de futuro. Bien ensamblados en todo momento, especialmente cuidadosos en la afinación y con mucha complicidad tras el desarrollo de cada frase musical, el trío asturiano se ganó a los melómanos ovetenses en un teatro Filarmónica que registró una gran entrada. Y se los ganó además desde el primer compás, gracias a un sonido terso y bien timbrado.

Pero por si la conjunción de los tres músicos no fuera suficiente, el concierto contaba con algún que otro aliciente extra, como el estreno absoluto de “Bruma de un amanecer ovetense” (de Jorge Diego Valera) y la interpretación del “Trío para cuerda”, de Jean Françaix.

La segunda parte de este concierto estaba reservada para “Reencuentro”, un trío para cuerdas descriptivo, lleno de tensión e intensidad compuesto por Gabriel Ordás y basado en los sentimientos causados por la pandemia del coronavirus que hacen evolucionar la obra.

Agradecidos ante los calurosos aplausos de los asistentes, bisaron el tercer movimiento del trío de Ordás, como él mismo explicó, por su título (“Esperanza”), porque “es lo que más necesitamos en estos días”.

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