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Plan de choque regional en Oviedo para adecentar los caminos hasta San Miguel de Lillo

Ensanchar las sendas, reparar el firme y evitar el fango y los charcos centra tres meses de obras encargadas a Tragsa por 176.000 euros

Un paseante camina junto a las obras que está acometiendo el Principado en los accesos a San Miguel de Lillo. | Miki López

Convertir el tortuso camino que lleva a pie hasta los monumentos Prerrománicos en una especie de alfombra roja para el visitante. Que llegar sea lo más fácil posible es el objetivo de las obras recién iniciadas y que durarán tres meses. Es parte del plan de la consejería de Cultura para lograr un aspecto más atractivo en el entorno de Lillo y Santa María del Naranco y dejar libre de maleza y fango el principal acceso a pie desde el aparcamiento. La actuación, encargada a la empresa pública Tragsa, ya está en marcha, con la idea de que los monumentos luzcan en su máximo esplendor de cara al verano.

La encomienda que el Principado le hace a Tragsa supondría darle un vuelco al mal estado en que se encuentra el camino de acceso del Prerrománico desde hace años. Una vieja reivindicación ovetense para una ruta muy frecuentada tanto por los senderistas que transitan la zona como por los visitantes que dejan sus vehículos en el aparcamiento público.

Las actuaciones se financian con sendas partidas idénticas de 87.872,26 euros, a cargo de los presupuestos regionales de este año y el anterior. Se trata de una iniciativa impulsada por el Servicio de Protección, Conservación y Difusión del Patrimonio Cultural, que tendrá como principales actuaciones la eliminación de la maleza para ensanchar la senda de acceso a Lillo, el adecentamiento de los firmes dañados y la mejora en los sistemas de drenaje para evitar la formación de charcos y fangales.

La arquitecta Andrea Álvarez Guardado es la encargada de dirigir unos trabajos que recientemente recibieron la visita del director general de Cultura y Patrimonio, Pablo León, y del director general de Infraestructuras del Ayuntamiento de Oviedo, Ignacio Ruiz Latierro, poniendo de manifiesto la buena sintonía entre ambas administraciones de la que suele hacer gala el alcalde, Alfredo Canteli.

Recuperar el Naranco tanto para los ovetenses como para los visitantes es una prioridad de mandato en el Ayuntamiento, que encuentra respaldo en el Ejecutivo autonómico de Adrián Barbón. Estas actuaciones siguen la estela del plan de empleo cofinanciado por ambas administraciones, que entre finales de 2020 y el verano de 2021 permitió recuperar 100 kilómetros de sendas, además de convertir en visitables algunos atractivos del monte, como los neveros o las trincheras de la Guerra Civil.

A ello se suma que el pasado noviembre el Principado inició varios trabajos de conservación de San Miguel de Lillo además de aprobar otras labores de acondicionamiento y cuidado de la iglesia de San Julián de los Prados.

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