Un hombre acusado de lanzar varias cuchilladas a su inquilino por poner la música demasiado alta y de lesionar a un policía contra el que arremetió cuando iba a detenerle reconoció ayer los hechos y aceptó una pena de nueve meses de prisión, además de la obligación de indemnizar con 120 euros a su alquilado y con casi 6.000 al agente, al que provocó un esguince doble. Acusación y defensa alcanzaron un acuerdo para reducir considerablemente la petición inicial de tres años de cárcel al considerar como atenuante que el procesado había consumido drogas en la madrugada del 2 de abril del año pasado, cuando tuvieron lugar los hechos, en los que el inquilino recibió varios cortes en las manos a causa de las cuchilladas.
