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El emperador del piano

Kholodenko y Carneiro unen fuerzas junto a una sólida OSPA en un concierto notable

Kholodenko recibe el aplauso de público y orquesta –con Carneiro a la izquierda, con la batuta– tras su actuación de ayer. | Irma Collín

No es emperador ni tampoco zar, pero Vadym Kholodenko se convirtió en el protagonista del undécimo concierto de abono de la temporada de la Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias (OSPA), patrocinado por LA NUEVA ESPAÑA y celebrado ayer en el Auditorio Príncipe Felipe. Parco en gestos, sobrio pero elegante y con un lazo en la solapa en representación de su Ucrania natal, Kholodenko desplegó todo su saber hacer en el “Concierto para piano n.º 5” de Beethoven, más conocido con el sobrenombre de “Emperador” del que el programa de anoche tomaba su título, luciendo una emisión extremadamente pulcra y un acertado manejo del tempo que redundó en una expresividad sobresaliente y que el nutrido público del Auditorio agradeció con aplausos al término del allegro inicial.

A los mandos de la OSPA estuvo Joana Carneiro, compatriota del próximo titular de la Sinfónica, el portugués Nuno Coelho. La enérgica directora lusa condujo con habilidad a la orquesta prestando especial atención a la sonoridad durante la obertura número 3: “Leonora” (también de Beethoven) y, ya en la segunda parte, en una esmerada ejecución de la “Petrushka” (versión de 1947) de Stravinsky, donde Carneiro logró extraer lo mejor de cada sección en un repertorio donde la OSPA se destaca especialmente. Dos horas de concierto donde orquesta, solista y directora pusieron lo mejor de su parte para lograr unos resultados más que notables, y que el público celebró con grandes aplausos.

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