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Así encontró su sitio Betterplace

La compañía ovetense cambió su idea inicial de negocio para dar servicio a las inmobiliarias y ahora plantea su salto a Italia, Francia y Portugal

De izquierda a derecha, Sofía Ilse Fernández, David Moreau, Inés Ramón Amorós, David Martínez Torollo, Ángela López López, Pablo Asenjo Gómez, Pablo López García, Karol Ciok, David Santos Caamaño, José Chamadoira González, Cécile Guibé, Víctor Manuel Chávez García, Mario Miguel Blanco, Daniel Rückert García, Alejandro García Parrondo y Rubén González Martínez, con el barrio de La Florida al fondo. | | MIKI LÓPEZ

El emprendedor Pablo López García tuvo una idea para montar un negocio hace ahora siete años que, así de primeras, no salió como él pensaba. Era 2015 y la economía comenzaba a espabilar tras el durísimo golpe de la Gran Recesión. López creía haber encontrado una oportunidad para colarse en un mercado que, por aquel entonces, estaba desperezándose. Su idea era la de desarrollar una aplicación que, mediante una serie de algoritmos, permitiera a los responsables de expansión de cadenas de franquicias y supermercados encontrar la mejor ubicación para sus negocios. Analizaba el coste del local, el número de personas que pasaban delante del establecimiento... Todo un conglomerado de datos que sacaban de fuentes públicas. Pero aquello no cuajó. “Estuve un año entero viajando por toda España intentando venderlo, pero los directores de expansión de estas empresas me veían más como una amenaza a su trabajo que como una ayuda. Fue muy complicado”, explica. Así que se volvió a Oviedo a darle una vuelta a su idea. A madurarla. Y lo que hizo fue darle la vuelta. En lugar de centrarse en los potenciales arrendadores del local, fue a por las agencias inmobiliarias. Arregló el algoritmo para que pudiera buscar en el océano de internet a propietarios que intentaban vender su vivienda por libre, sin la ayuda de un profesional, y los ponía en contacto con la inmobiliaria. Eso si funcionó. Rapidísimo, además. Y fue el germen de lo que hoy es Betterplace, una joven, pero madura empresa ovetense que se ha convertido en la mano amiga del sector inmobiliario.

Después de esa vuelta de tuerca a la aplicación, López empezó a llamar a inmobiliarias para ver si le compraban el cambio. Lo hicieron. “Conseguimos vender una licencia para una agencia de Barcelona con solo una llamada de teléfono desde Oviedo, sin tener que viajar por España como había hecho”, dice. Betterplace (que traducido del inglés es algo así como el mejor sitio) encontró su lugar en el mercado. Tras siete años la compañía ha madurado, mejorando su aplicación y creciendo en empleo. Ya tiene una veintena de trabajadores y tiene previsto ampliar plantilla en breve. Tan pronto como que a mediados de este mes tienen previsto expandir su actividad hacia Italia, Francia y Portugal y andan a la búsqueda de personal bilingüe para atacar esos mercados donde ven unas grandes posibilidades de negocio.

Volviendo a aquellos inicios, López explica que “lo que hice fue llamar a las inmobiliarias y escucharlas. Tenían un problema para captar propietarios”. Los dueños de las viviendas por desconocimiento, desconfianza o por ahorrarse el porcentaje de las comisiones no confiaban en las inmobiliarias para vender sus pisos. Así que Betterplace decidió hacer de puente. “Encontrar a los propietarios les llevaba mucho tiempo, tenían que hacerlo de forma manual, nosotros lo automatizamos y, además, comenzamos a darles más capas de valor”, asegura el emprendedor. Para ganarse la confianza del cauteloso propietario Betterplace le preparaba a la inmobiliaria que lo quisiera captar un informe completo sobre cómo se mueve la venta de casas en la zona donde tuviera la vivienda. “Viene incluida la tendencia, cómo habían variado los precios, cómo estaba la demanda, a qué precios se estaban vendiendo los pisos...”, apunta López. Eso permitía que las inmobiliarias se presentaran ante el potencial cliente como todas unas expertas en aquella zona concreta. Esa nueva vuelta de tuerca, ahora ya en el mismo sentido, funcionó e hizo que el negocio de Betterplace creciera.

Sus algoritmos también permiten hacer rápidas tasaciones de las viviendas; y conocer al instante si los propietarios están siendo infieles y, por lo tanto, no respetando el contrato que suelen tener en exclusiva con las inmobiliarias, y están tratando de vender sus pisos por libre o mediante otra agencia. En el momento en que entraron en este mercado no había nada igual, ahora ya les ha salido algo de competencia. Pero siguen siendo los líderes, presume López. “Lo que hice fue pivotar, escuchar al mercado y hacer una herramienta que les fuera útil”, señala. Así fue como encontró su sitio Betterplace.

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