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Clausura el ciclo CIMCO con la gala «De París a Berlín» Sandra Ferrández Mezzosoprano

“La música de cabaré está hecha para evadirse y cargada de dramatismo”

“Me inspiran Dietrich, Lemper y el cine antiguo sobre la época de entreguerras” | “Oviedo tiene un patrimonio musical extraordinario y cuida a los artistas”

Sandra Ferrández. | LNE

La mezzosoprano Sandra Ferrández actuará hoy en la sala de cámara del auditorio Príncipe Felipe, en el cierre de la primera temporada del ciclo CIMCO (Ciclo Interdisciplinar de Música de Cámara de Oviedo) con un concierto, “De París a Berlín”, inspirado en el cabaré, con música de los franceses Satie y Poulenc y los alemanes Kurt Weill y Spoliansky. Estará acompañada por el trío de piano y cuerda formado por Aurelio Viribay, Blanca Fernández e Iván Siso y contará con el actor Héctor Matesanz, caracterizado como su personaje Lady Veneno en el papel de maestro de ceremonias.

–¿Qué puede esperar el público de “De París a Berlín”?

–Va a ser un concierto con una música de 10 y con textos magníficos, de Brecht entre otros. Como cantante espero estar a la altura. Tendremos un actor con nosotros, que le dará un punto especial. Cuando los compositores escribieron estas canciones estaban viviendo un momento históricamente duro y necesitaban esta música para evadirse.

–Es una música con un fondo muy dramático.

–Se cantaba en los bares y los cabarés, pero hay canciones con historias terribles. Hay una que los guardias obligaban a tocar a los prisioneros en el campo de concentración, mientras el compañero al que le tocaba morir ese día daba vueltas por el patio. Es una canción de Dino Olivieri, que se basó en la melodía de “Butterfly”, una música que suena divertida, pero con un fondo… Es una música cargada de dramatismo, es aquello de vamos a cantar y a emborracharnos, aunque luego todo seguirá igual.

–Habrá tenido que modular su voz lírica para adaptarse al tono del cabaré.

–He estudiado las canciones y me he preparado, y luego les he dado ese rollo especial del cabaré, teniendo presente la carga histórica del momento en el que se escribieron.

–¿Ha buscado inspiración?

–Sí, en Dietrich, Lemper… Sobre todo, he visto cine antiguo, sobre aquella época de entreguerras, y me he inspirado en las mujeres que aparecen en ellas.

–¿También pone en juego sus dotes de interpretación?

–En el escenario estará Lady Veneno, un actor magnífico, muy divertido. No he querido hacer un concierto al uso, y yo…Yo soy una persona muy gestual, no puedo cantar un lied de Brahms como una estatua. Detrás de la música siempre hay un personaje, y el trabajo para entenderlo me apasiona. El teatro viene de la mano de la música.

–¿Las galas musicales ayudan a atraer al público a los auditorios?

–Una gala con orquesta puede tener algo más de lejanía –eso depende del artista, creo yo– pero en el formato sala de cámara y piano el público está muy cerca, y eso le gusta.

–Tiene entre manos su papel en “La dama del alba”, el estreno que abrirá en septiembre la temporada de ópera en el Campoamor.

–Que contaran conmigo es una satisfacción total, me pone las pilas. Mi personaje es el de la madre, una señora adusta, dura con sus hijas, muy cerrada, de convicciones firmes… Yo la veo un poco Bernarda, tengo que hablarlo con Sagi. Muy diferente desde luego de la Carmen que vengo de hacer con él.

–Usted ya conoce bien al público ovetense.

–Quiero mucho a Asturias y a la ópera de Asturias, y a su festival lírico. Oviedo tiene un patrimonio musical extraordinario y cuida mucho a los artistas.

–Usted tiene que darle forma al personaje.

–Es emocionante, muy bonito y con Sagi mucho más, y con el director musical, Rubén Díez, que también es asturiano. A veces, sin referencias previas, la preparación puede resultar hasta más fácil, más relajado. Si tienes que hacer una Charlotte, en “Werther”, hay miles de Charlottes en las que mirarse; en este caso tú eres quien crea el personaje.

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