La sidra, la fabada, el cachopo y todo lo relacionado con el buen comer que ofrece la hostelería de Oviedo será en 2023 uno de los principales reclamos para dar continuidad al auge turístico local, tras convertirse la ciudad en el destino del norte que registró mayor crecimiento porcentual de visitas. El Ayuntamiento ha preparado un serie de acciones para consolidar los atractivos hosteleros como seña de identidad. La punta de lanza es la candidatura a Capital Española de la Gastronomía cuyo fallo tendrá lugar este miércoles en Madrid. Es la primera vez que Oviedo concurre a esta distinción que, recaiga o no en la ciudad, dejará trabajo hecho a favor de la promoción hostelera. La presencia en ferias gastronómicas especializadas, la organización de viajes para prensa foránea con el objetivo de "ocupar el foco mediático" y la intensificación de campañas de promoción de la restauración centrarán las apuestas para posicionarse en este campo.
La concejalía de Turismo, dirigida por Alfredo García Quintana, apunta a los numerosos estudios sectoriales, que demuestran que son muchos los viajeros que se mueven de sus lugares de origen con la finalidad de disfrutar de la gastronomía en los lugares que visitan. Partiendo de esta premisa, así como del final de los dos exitosos años de Xacobeo –extraordinariamente se decidió extender a 2022 la celebración inicialmente prevista en 2021 a causa de la pandemia– con el Camino Primitivo como bandera, el Consistorio quiere volcarse, sin descuidar otros aspectos, en explotar el tirón culinario como principal motor turístico.
Este viraje promocional iniciado hace unos meses tiene este miércoles una cita especial en Madrid. El jurado del galardón Capital Española de la Gastronomía se reúne para elegir entre Oviedo, Pontevedra y Cuenca como destino español predilecto del buen comer durante el periodo que abarca entre enero y diciembre de 2023.
Desde el Ayuntamiento reconocen que la distinción sería un filón, aunque admiten que las otras candidaturas son fuertes y puede ocurrir cualquier cosa. Sea cual sea la decisión final de los expertos seleccionados por la Federación Española de Periodistas y Escritores del Turismo (FEPET), el Consistorio ovetense está decidido a no variar rumbo. Reforzar la promoción de las tradicionales citas clásicas del Desarme, el Antroxu o la Ascensión y el apoyo decidido a la sidra en su camino para convertirse en patrimonio mundial inmaterial de la Unesco serán dos de las prioridades para seguir ganando adeptos a los comedores de los bares, restaurantes y sidrerías de Oviedo.
A ello se sumarán una serie de proyectos vinculados en parte a la ayuda de más de 800.000 euros que el estado ha otorgado a Saborea España, el club de 25 grandes destinos gastronómicos nacionales, del que forma parte la ciudad y que tiene como objetivo desarrollar varios eventos encaminados a lograr la excelencia en turismo gastronómico.
García Quintana considera primordial que Oviedo esté presente en varias ferias especializadas de prestigio y se establecerá un calendario con citas ineludibles. Estas iniciativas se reforzarán con la organización de visitas de prensa con la capital asturiana como destino, en la que periodistas de prestigio podrán conocer los méritos de la ciudad para ser un "destino delicioso" de primer orden.
Más internamente, los planes de Alfredo García Quintana pasan por poner en marcha campañas dirigidas a dar una mayor visibilidad a los hosteleros ovetenses. Consideran desde el equipo de gobierno que el desarrollo de las clásicas zonas hosteleras como el Antiguo y Gascona y el surgimiento de otras novedosas como el Vasco, pueden convertirse en un gran imán para turistas, aún más una vez que se apruebe la nueva ordenanza de terrazas dirigida a incrementar las instalaciones exteriores de locales y hacerlas más atractivas.
El marisco de Pontevedra y la insistencia de Cuenca, rivales por el protagonismo nacional
Oviedo concurre por segunda vez en su historia –ya lo había intentado en la primera edición, en 2012– al galardón de Capital Española de la Gastronomía con el convencimiento de reunir todos los requisitos para ganarse el protagonismo culinario nacional durante todo 2023, pero enfrente tendrá a dos rivales muy fuertes. La ciudad gallega de Pontevedra, con todo un arsenal de tradición marisquera y la insistencia de Cuenca, que este año presenta una candidatura mejorada tras dos años de aspiraciones fallidas. El gran empuje vivido este 2022 por el turismo en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) gracias a esta distinción hace más apetitosa la elección del próximo ejercicio, en el que los hosteleros de Oviedo destacan la confluencia con la llegada del AVE el próximo mayo como una clara oportunidad para poder vivir "un año fantástico", aunque tampoco verían con malos ojos que el galardón llegara en 2024 cuando se espera que la alta velocidad ya funcione durante todo el ejercicio a pleno rendimiento. Para tratar de seducir al jurado, Oviedo recurre a una decena de ideas fuerza. Su rol capitalino como punto de confluencia de toda la prestigiosa cocina asturiana; la naturaleza; la historia; la implicación del sector hostelero o la capacidad de organizar grandes eventos como fue el World Cheese Awards en 2021 o lo será el encuentro de los mejores cocineros de España previsto para 2024, son algunas de las pruebas de que la ciudad "está preparada para salir a jugar con los mejores". Sea cual sea la decisión final, que se conocerá al mediodía de este miércoles, Oviedo lo tiene claro: seguir creciendo como destino turístico tiene en el plato un importante filón.
