La escuela musical "Derrame Rock School" mostró ayer en el teatro de Pumarín su faceta más clásica. La agrupación, que organiza anualmente en la sala Estilo un evento mucho más rockero, ha introducido ahora otro acto para exponer su nueva sección clásica, escaparate para muchos de sus alumnos que hacen sus "pinitos" en el mundo artístico. En el escenario, el rock y el pop no desaparecieron, pero quedaron relegados a la parte acústica. Más de 80 jóvenes repartidos en unas 30 agrupaciones se pusieron frente a un público que llenó las butacas.
Entre los instrumentos utilizados hubo gran variedad, con pianos, guitarras clásica y acústica, violines, violonchelos y hasta algún ukelele. Todo acompañado de las voces de los jóvenes y siempre bajo la supervisión del músico Javier San Marcos, que actúa como profesor en esta sección. Desde la organización señalan que uno de los motivos para ampliar horizontes es que cada vez tienen más alumnos y que pese a su temprana edad, demuestran una especial sensibilidad por la música clásica.
Una vez terminaron los niños, fue la hora de los adultos. Algunos de ellos ya se encontraban en el patio de butacas y siguieron la misma dinámica en cuanto al estilo clásico y la variedad de instrumentos. Entre los participantes, hubo edades muy variadas, algo que apoyan desde la escuela con el lema de que "nunca es tarde para practicar tu pasión".