Esta ha sido una triste semana para Oviedo porque hemos perdido a dos excelentes oftalmólogos y aún mejor personas: Álvaro Vega y Juan Manuel Junceda Avello. Los dos han sido una referencia profesional y humana y los dos forman parte ya de la mejor historia de Oviedo y de Asturias.
A Juan Manuel Junceda Avello lo conocí menos que a otros miembros de su familia con los que mantengo lazos de fraternal amistad, pero, con todo, siempre pude apreciar sus grandes valores humanos y su magisterio profesional, que trascendió los límites de esta ciudad y esta región. Tuve la oportunidad de presidir su merecido reconocimiento con la concesión de su nombre a una calle de este Oviedo al que tanto quiso y por el que tanto trabajó con toda la pasión de un hombre de bien. Y ya entonces destaqué públicamente su dimensión de hombre singular, valioso, polifacético y siempre crítico, integrante de una de esas sagas familiares dedicadas a la medicina que tenemos en Asturias, que dan prestigio a nuestra tierra y que enriquecen el nivel de la atención a los pacientes.
Me alegra que, contrariamente a lo que suele ocurrir, en este caso pudiéramos honrar a tan eminente profesional y mejor persona en vida, con él como protagonista, en un acto de reconocimiento a un ovetense de corazón y de espíritu, con convicciones muy claras y con ideas y compromisos también muy claros. Como destaqué en la inauguración de su calle, el doctor Junceda fue siempre un hombre cabal que ha seguido la tradición de los mejores médicos humanistas y que ha sabido siempre defender sus convicciones. Y entre esas convicciones está, sin duda, su vinculación al proyecto de Alianza Popular, con la que se comprometió públicamente en su día con valentía, desprendimiento y fortaleza. Por ese ejemplo de compromiso le rendiré siempre gratitud.
Enviando un fuerte abrazo a toda su familia, quiero terminar estas líneas con las mismas palabras con las que en su día concluí mi intervención en la inauguración de su calle: todos los ovetenses tenemos que agradecerle al doctor Junceda su claridad de ideas, su coherencia e integridad. Será siempre una referencia como ovetense, como profesional y como buena persona.