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antonio masip

Putiferio

El lenguaje político espanta. Escucho el neologismo putiferio que ya se utilizó, incluso con documentos intervenidos para pago, en las consistoriales ovetenses. Quiero creer que de corazones limpios sale un ¡basta! En lo que Borges llamaba unánime noche. La desconsideración, en absoluto argumentativa, ha llegado al límite de dar marcha atrás. ¡Qué diferencia con la cortesía parlamentaria en Centroeuropa! El afable trato no es tradición en todos los parlamentos nacionales pero sí en Estrasburgo, donde ejercí una década. Había problemas, sin duda, aunque no crispada descortesía.

La dañina corrupción debería periclitar también.

El covid se agrava en insultos, corruptelas y circo.

En contrapunto, tras describir cierta sociedad inconsciente, Aldous Huxley termina con invocación a que de gentes desnortadas será el reino celestial.

¿Putiferio?... ¡Por favor!...

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