La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Por un campo que no nos avergüence

La necesidad del Oviedo Rugby de contar con un terreno de juego digno

Un detalle del barro en el campo de rugby de Vallobín. Julián Rus

En nombre de la Asociación de Padres y Madres del Real Oviedo Rugby, me gustaría aportar nuestro punto de vista respecto a las informaciones aparecidas recientemente respecto a las instalaciones de nuestro club.

Que un club deportivo cuente con una Asociación de Padres y Madres no es algo habitual y seguramente a muchas personas les podrá sorprender. Pero nuestra existencia está bastante relacionada con todas esas carencias por las que la entidad lleva años teniendo que acudir, cada cierto tiempo, a los medios de comunicación y a las redes sociales para poner en evidencia nuestra situación sin que, desgraciadamente, los diferentes y diversos representantes que se ha ido encontrando como interlocutores en las administraciones locales y regionales hayan sido capaces de llegar a un entendimiento del que surja una solución definitiva.

Somos conscientes de que la opción deportiva que hemos escogido, o han elegido, nuestros hijos e hijas no es mayoritaria, pero lo que llevamos años pidiendo es, tan solo, la posibilidad de disponer de, al menos, un espacio en el que puedan aprender y desarrollarse en este deporte. Somos tan “raritos” que para ello hasta hemos sido capaces de llevar temporada tras temporada nuestros vehículos forrados de plásticos para poder meterles dentro, al final de los entrenamientos, y llevarles a casa a ducharse, ante la imposibilidad de hacerlo en el Naranco.

La AMPA del Oviedo Rugby apoya y acompaña al club en su requerimiento para que nuestra ciudad disponga, lo antes posible, de un campo de hierba artificial; esperamos que esta vez no solo se nos escuche sino también se actúe

decoration

Mientras tanto, esa opción minoritaria suponía acudir a otras regiones y ciudades para participar en torneos y competiciones y conocer, con sana envidia, las instalaciones de las que disponen, muchas poblaciones de la geografía española de un tamaño similar a la nuestra, o incluso bastante más pequeñas, ya que, afortunadamente, nuestro deporte está experimentando un crecimiento importante. Nosotros mismos, gracias a la afición, veteranos, jugadores, empresas patrocinadoras y familias hemos conseguido crecer y desarrollarnos. ¡Qué no podríamos hacer, si también dispusiésemos de unas instalaciones a la altura de lo que una ciudad como Oviedo debería tener!

Como decimos, nuestra existencia tiene mucho que ver con esa necesidad de “arrimar el hombro” para tratar de compensar a nuestros visitantes, ya que se nos caía la cara de vergüenza cuando, rebozados en barro, acababan el partido y no podían ducharse adecuadamente, muchas veces para regresar a un domicilio a bastantes horas de distancia, al menos organizarnos para agasajarlos con un buen “tercer tiempo”, aunque tuviese que ser a la intemperie, y que esta atención pudiese dar lugar a otro encuentro “con buen tiempo”. Fruto de ese hartazgo, al ver pasar los años sin que los pequeños avances conseguidos, cuando hemos hecho ruido, se traduzcan en una solución, nos constituimos como un apoyo que pudiese dar fuerza a nuestras directivas, en ocasiones agotadas de esa sensación de estar dando siempre contra la misma pared.

Pero por mucho que todos los estamentos de un club deportivo, que no es una empresa, queramos aportar, sin un apoyo mínimo por parte de nuestras administraciones alcanzar nuestros objetivos resulta imposible.

Y si a alguien le pareciese que este momento no es adecuado para volver a la carga, por la situación de crisis económica que la pandemia sanitaria está generando, permítannos decirle que si algo ha venido a enseñarnos este maldito virus es la necesidad de invertir en salud, en espacios públicos que ofrezcan calidad de vida y alternativas de ocio saludables a toda la población, también a los más jóvenes. De otro modo acabará suponiendo un éxodo en búsqueda de todo aquello que necesitan.

Por todo ello, la AMPA del Oviedo Rugby apoya y acompaña al club en su requerimiento para que nuestra ciudad disponga, lo antes posible, de un campo de hierba artificial. Esperamos que esta vez no solo se nos escuche sino también se actúe.

Compartir el artículo

stats