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antonio masip

Con vistas al Naranco

Antonio Masip

Oviedo no es Roncesvalles

Vicente José González, entonces clérigo, tiene opúsculo, famoso en los cincuenta, sobre Bernardo del Carpio, supuesto ovetense por adolescencia, sobrino de Alfonso II, vencedor, también legendario, de Roldán, a su vez sobrino de Carlomagno. El Quijote no fue ajeno a la leyenda de un ovetense en Roncesvalles, origen de Europa.

Don Vicente, como le llamaba Gustavo Bueno, su gran valedor, sostuvo su teoría luego en El Basilisco y en polémicas con Herminia Balbín, Juan Ignacio Ruiz de la Peña y otros varios sabios. Así como pienso que Don Vicente acertó en insistir en un Oviedo anterior al siglo VIII y a Máximo y Fromestano, lo de Bernardo/Roncesvalles cojea. Y ahora se acaba de cometer el desafuero de conmemorar el año jacobeo en Roncesvalles, supuesto inicio del Camino con la presencia ante el Rey de varios presidentes autonómicos. Se comprende el posado del presidente gallego y de la presidenta navarra por su vinculación, Feijoo al término de todos los Caminos y de la otra al inicio español del Camino francés, incluso la del regidor cántabro, tan inquieto como ya era en la Universidad, pues ha habido notable intento de borrar su región del Camino. Alegra que de Asturias no haya asistido el Presidente reduciendo la representación a mera portadora de recados, aún importantes como contaba Julio Verne en El correo del zar. El inicio del Camino no es Roncesvalles ni Tour Saint Jacques de París, sino Oviedo, como escribieron los eminentes balesquidos Juan Uría y Alberto Polledo. Si algo de ovetense queda, nuestro Ayuntamiento debería luchar en todos los campos y no habríamos sido los ciudadanos los que conseguimos la benéfica rectificación de los insultantes anuncios de FCC en sus camionetas. El Camino desde Oviedo competía como alternativa a las peregrinaciones de Jerusalén.

Me parece rebién que se resucite la parada de Mieres, que dejó huella incluso en García Lorca, antes del gran eco mierense del 34 y de cumbres literarias como Albert Camus y Louis Ferdinand Céline. Los peregrinos bajaban de León a Mieres del Camín, Camino o Chemin. De ahí a la Manjoya, que visitaron Robbe Grillet y Simone de Beauvoir.

Estamos a tiempo de que los Reyes inicien en la Catedral el jacobeo, no en vano la Reina es ovetense y espabilada, continuando la simbólica visita, contra opositores, vientos y mareas, de Juan Pablo II que revalorizó, en 1989, la chanson “quien va a Santiago y no al Salvador…”.

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