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Nueve décadas de vida azul

Marcelino Álvarez se abonó al Oviedo con 17 años y cumple 93 pendiente de renovar su carné

Nueve décadas de vida azul

Cuando tenía diecisiete años su tío le abrió las puertas del Carlos Tartiere al sacar una abono para él y otro para su primo. Y desde los primeros partidos que contempló en el "patatal" de Buenavista, Marcelino Álvarez, que cumple el miércoles 93 años, no ha dejado de animar al Real Oviedo. "Soy muy forofo", cuenta este aficionado azul, que reconoce que el fútbol es su pasión y lamenta que durante los nueve años que pasó en Pamplona trabajando como camionero no pudo ir al campo a animar a su equipo. Volvió a la ciudad en 1958 y desde entonces ha renovado su carné de socio cada año. Espera con impaciencia la nueva temporada ya que el año pasado cogió una pulmonía durante un partido y se perdió "al menos una docena de jornadas. Y nunca me había perdido uno. Me da igual que llueve o que nieva".

De ahí las ganas y la emoción de recorrer de nuevo a pie, con ayuda de su cayado, el camino que separa el estadio de la residencia de Montecerrao en la que vive. Allí sigue por televisión los partidos que el Real Oviedo juega a domicilio con un grupo de amigos a los que este aficionado azul ha contagiado su felicidad por ver ganar la club carbayón y que los trabajadores del centro intergeneracional Ovida conocen como "los futboleros". "Siempre vemos el fútbol en el salón de actos, en la pantalla grande", comenta Emilio Oricheta, de 78 años y uno de los que comparten la afición por el deporte de Marcelino Álvarez. Con ellos pasa también los ratos frente al televisor José Antonio Fernández, de 89 años, que señala que hay partidos en los que el espacio de butacas se completa con los estudiantes que viven también en la residencia, que acuden en masa a los grandes encuentros: "Hay partidos que no se entra". Celebran que este año, con los dos equipos más grandes del fútbol asturiano en la misma categoría, podrán seguir más al Sporting y al Oviedo, que se enfrentarán de nuevo catorce años después. "Tenemos seis puntos asegurados", dice el oviedista Marcelino Álvarez, que ya cuenta los derbis como victorias de su equipo. De joven, explica también, se pasaba el día con el balón y metía "un montón de goles".

Recita alineaciones enteras del Real Oviedo y guarda un recuerdo especial para dos históricos del conjunto azul. Herrerita, que "era un mago" y Lángara, que "pegaba unos pelotazos que rompía la red". Calidad y garra es lo que espera que el nuevo entrenador, Juan Antonio Anquela, imprima a la plantilla. "Parece que tiene mal genio", comenta para justificar luego su gusto por que sea un técnico de carácter el que tome las riendas: "El año pasado tenían que haber jugado el play-off, dejaron escapar muchos puntos y no nos dieron la alegría de pelear por el ascenso".

Una de las principales ilusiones de Marcelino Álvarez, al que ha hecho famoso el éxito en redes sociales de un vídeo de su participación en un programa de "Radio Gaga", que mezcla radio y televisión. "No me quiero morir sin volver a ver al Oviedo en Primera", dice. "A ver si me da tiempo", bromea después mientras explica el deseo de que sus cenizas sean esparcidas por el Naranco cuando llegue el momento. Allí lanzó al viento las de su esposa y en ese mismo lugar, tal y como acordó con ella y quedó registrado en "un papelín" que ambos firmaron, quiere descansar. En una zona desde la que se vea el campo, eso sí. "Para escuchar los goles del Real Oviedo y poder seguir animando al equipo", destaca Marcelino Álvarez tras detenerse y levantar la cachaba para respaldar con gestos las palabras que apuntalan la pasión por el fútbol de una vida entera de azul.

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