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La segunda juventud de Salva Sevilla

A sus 34 años, el pivote del Mallorca es el segundo jugador de la categoría en número de pases buenos y recuperaciones

Salva Sevilla celebra un tanto en su etapa en el Betis. EFE

Para Salva Sevilla, el verano de 2017 no fue sencillo. Acabó contrato con el Espanyol, en Primera, en una trayectoria de más a menos que le dejaba con escasas opciones de mantenerse en la máxima categoría. Tenía 33 años y un buen puñado de ofertas de Segunda sobre la mesa. Pero el centrocampista buscaba algo diferente y dio orden de priorizar las ofertas de ligas extranjeras. Ninguno de los ofrecimientos llegó a buen puerto y el 30 de agosto, apurando el plazo para comprometerse con un club nacional, firmó con el Mallorca. "No lo considero un paso atrás", dijo en su presentación. Aunque sí tenía pinta de serlo: el equipo bermellón debía competir entonces en Segunda B.

El cambio de dos categorías fue sumido por naturalidad. En realidad, como sucedió con todo el equipo entrenado por Vicente Moreno, solo prolongó su estancia fuera del fútbol profesional un año. El Mallorca regresó por la vía rápida a Segunda y lo hizo, en gran parte, por el trabajo y calidad de Salva Sevilla en la medular. Su influencia en el juego de los baleares no ha menguado con el salto a Segunda.

El pivote sigue siendo el faro del juego de los de Moreno, básico en la construcción y en las labores de intendencia. El Oviedo debe estar atento a su contribución si quiere incomodar a los baleares. Las estadísticas se encargan de resaltar su importancia capital en el juego bermellón y le encumbran como uno de los futbolistas más completos de Segunda. Sevilla es el principal referente de los insulares en la construcción de la jugada, con 1.465 pases completados, 1.239 de forma acertada. En toda la categoría solo le supera el deportivista Domingos Duarte, central, que ha completado hasta la fecha 1.305 envíos correctos. Completa el trío de acierto en el pase Luis Milla, pivote del Tenerife, con 1.224.

Pero el almeriense también destaca cuando toca ponerse el mono de trabajo. Es el segundo futbolista de la competición en número de recuperaciones. Se ha hecho hasta ahora con 189 balones, solo por detrás de los 191 de Seoane, del Lugo. Le sigue Oier, de Osasuna, con 187 recuperaciones.

Sus buenas prestaciones y el rendimiento del equipo le hacen estar viviendo una segunda juventud. "Me siento como si tuviera 27 años", ha declarado en más de una ocasión en la presente temporada. Tejera y Folch tienen trabajo por delante para frenarle.

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