La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El Rayo no quiere soltar a Reyes

Martín Presa, presidente rayista, molesto con el proceder del Oviedo, quiere cobrar por la salida del secretario técnico - El asturiano se ofreció hace tres semanas al club azul y es el que mejor encaja en la política de contención de gasto actual

Rubén Reyes, con el Oviedo, ante el Atlético de Madrid en la temporada 2001-02. NACHO OREJAS

Raúl Martín Presa, presidente del Rayo Vallecano, se presenta en estos momentos como el único obstáculo, de cierta complejidad, entre el Oviedo y Rubén Reyes, el hombre elegido por el club después de semanas de búsqueda para reforzar la dirección deportiva. El máximo dirigente rayista se muestra molesto por el proceder del club azul en la operación y quiere sacar tajada. El Rayo insta al Oviedo a abonar una cantidad por el traspaso de Rubén Reyes, un coste que no entra en la política de contención de gastos instaurada en el club desde la llegada de Federico González, asesor de Carso.

Después de diversos encuentros y valorar diferentes políticas, Reyes se había convertido en el elegido para reforzar la dirección deportiva. El sustituto de Michu, un secretario técnico que en el día a día se comportaba como un director deportivo. La operación con el analista del Rayo tuvo como primer paso un ofrecimiento del propio interesado a la entidad hace tres semanas. A partir de entonces César Martín es su principal defensor. Al club le encajaba su perfil y quedaron en mantener más contactos. Federico González conoció la opción de Reyes la semana pasada y a comienzos de la presente hay una reunión entre el asturiano y diversos miembros de la entidad (Jorge Menéndez Vallina y Federico González, como máximos representantes) para cerrar su llegada. El acuerdo es total. Solo queda un obstáculo que no consideran problema mayor: que el Rayo Vallecano libere al asturiano de su contrato.

Pero a Martín Presa no le han gustado las formas empleadas por el Oviedo. Fuentes cercanas a la operación subrayan el enfado del dirigente al considerar que el club azul debería haber hablado antes con él, al tratarse de un trabajador con contrato en vigor con los rayistas. A la reacción de enfado del presidente le ha seguido el de la negación: no le dejará salir si no es con una oferta económica.

A pesar de la oposición del conjunto vallecano, en el Oviedo se mantiene un optimismo moderado con que pueda solventarse la operación. La insistencia del propio interesado puede ser clave para lograr su salida hacia el club que le permitió dar el salto al fútbol profesional. Para Rubén Reyes, recalar en el club azul supone un salto cualitativo importante en su carrera en los despachos. La elección de Rubén Reyes se produce al encajar en un perfil muy concreto demandado desde la propiedad y que reúne dos condiciones indispensables: una persona conocedora del mercado de Segunda (que no necesita adaptarse a la categoría) y que entra dentro de los parámetros económicos.

Este último factor ha tenido mucho peso y ha hecho descartar otras opciones valoradas desde los encuentros en "el casting del Marriot", una reunión en el hotel madrileño con varios candidatos a la dirección deportiva. El caché de Rubén Reyes es inferior al de los entrevistados, y muy inferior al de Fernando Hierro (operación que trató de agilizar Artur Elías) y encaja en la nueva filosofía de contención en el gasto que ha introducido Federico González.

Precisamente esa idea de no elevar los gastos es la que aleja al Oviedo de pagar cualquier tipo de traspaso por el secretario técnico, aunque esa inversión no tuviera influencia en el tope salarial de la actual temporada.

Compartir el artículo

stats