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César sale del segundo plano

El ovetense, que se distanció de Michu y Del Olmo, aumenta su poder de decisión en el Oviedo, avalado por el consejo, y planifica los fichajes

César Martín, en el Tartiere. JULIÁN RUS

En una semana convulsa en los despachos, tras "la no llegada" de Rubén Reyes, analista del Rayo Vallecano, a la dirección deportiva del Oviedo, César Martín (Oviedo, 1977), es la única cabeza visible que tiene el club en los despachos en materia futbolística. Y cuando solo falta poco más de un mes para que se abra el mercado de invierno, donde el Oviedo fichará -al menos esa es la intención clara- y dará varias salidas a jugadores con contrato en vigor. El club azul, con César como máximo responsable, por el momento, planifica los fichajes para satisfacer las demandas de Javi Rozada, entrenador azul. Aunque en paralelo la entidad sigue trabajando en la llegada de una persona que refuerce el área deportiva antes del mercado de invierno.

Rozada espera su llegada, así lo dijo ayer, y el club sabe que es un asunto vital. Mientras tanto, toda la responsabilidad ha pasado a la ventanilla de César, que, tras cinco años en un estricto segundo plano, desde su llegada al club en 2015, ha ganado poder de decisión en la institución bajo el paraguas del consejo. El ovetense ha dado, observan en el club, un claro paso adelante en los últimos meses, especialmente tras la salida de Joaquín del Olmo y Michu, y cuenta con la confianza de la propiedad del club, personificada en la figura de Arturo Elías desde México. El exjugador azul (1993-1999) regresó a la entidad hace cinco temporadas, tras la vuelta a Segunda. La entidad quería reforzar el área social con una figura de peso y se fijó en César. Joaquín del Olmo, ex director general de la entidad, fue su principal valedor por aquel entonces.

Aunque el cargo otorgado al ovetense, "responsable de relaciones institucionales", no solamente se quedó en la interacción con "empresas o entidades". Siempre detrás de los primeros espadas -además de Del Olmo, César convivió con cinco entrenadores; Egea, Generelo, Hierro, Anquela y Rozada, y tres secretarios técnicos: Carmelo del Pozo, Ángel Martín González y Michu- fue uno de los principales apoyos del mexicano. Del Olmo, sin experiencia a su llegada en los entresijos del fútbol español, valoraba de César sus contactos en el mundo del balompié nacional tras tantos años de carrera al máximo nivel. Paralelamente, el ovetense se ocupó de representar al Oviedo en actos institucionales.

En la época de Ángel Martín González, que estuvo tres temporadas y media, también fue el encargado de presentar a la mayoría de los fichajes, debido a la poca exposición pública que siempre tuvo el madrileño en el club. Sin embargo, la influencia de César aumentó esta temporada.

Y su relación con varios miembros del club, según fuentes cercanas a la entidad, cambió. Con Joaquín del Olmo acabó muy distanciado después de cinco años codo con codo. Y con Michu, máximo responsable deportivo desde abril, impulsado en el cargo por el mexicano, nunca tuvo una relación fluida en el día a día del club. Actualmente no hay relación entre los dos, aunque también coincidieron en el club en la etapa de Michu como jugador. Al igual que el consejo y ningún miembro de peso en el club, no estuvo en su despedida como secretario técnico ni dijo nada públicamente. Tras las salidas de Del Olmo y Michu, con la supervisión directa de Jorge Menéndez Vallina, presidente, y Federico González, asesor de Carso, César dirige la operación de la llegada de un responsable deportivo que le acompañe en los despachos. César no estuvo presente en el "casting del Marriot", pero sí se entrevistó días después con Alfonso Serrano, director deportivo del Córdoba, en Madrid. En la reunión hubo buenas sensaciones por ambas partes, pero el club no volvió a llamar a Serrano.

Suya fue también la apuesta, finalmente truncada, por Rubén Reyes, analista del Rayo. El ovetense llevó la iniciativa y los contactos junto con Vallina, y luego, cuando la operación estaba avanzada, Federico González supo de la misma. El plan inicial era, cargos al margen, que Reyes y César hicieran un tándem en la planificación del Oviedo.

Ahora, mientras se apuran más opciones, César es el director deportivo al uso. Maneja listas de posibles fichajes y también de posibles bajas. A diferencia de Michu, César guarda cierta distancia con la mayoría de la plantilla actual. Con Rozada, en cambio, el contacto es diario con el mercado acechando. Como también lo es con Eduardo Rergis, el responsable de la cantera del Oviedo, principal apoyo de César en el día a día del club, que también ha aumentado su poder de decisión por su cercanía a César.

Juan Carlos Cordero, entre los sondeados por el Oviedo. El club azul está obligado a acelerar los plazos tras la negativa del Rayo a soltar a Rubén Reyes. El Oviedo ha tocado infinitas puertas y sondeado diversas opciones. Una de ellas ha sido la de Juan Carlos Cordero, ex director deportivo del Cádiz, que fue cesado en verano de 2018 y readmitido por una sentencia del juzgado de los social. Cordero, pues, tiene contrato en vigor con el club andaluz, aunque se espera su rescisión en los próximos días. El Oviedo contactó con él y fuentes cercanas al directivo admiten que sería un destino apetecible para su vuelta a los despachos.

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