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El Requexón empuja

Javi Mier es el séptimo jugador de la cantera que ha debutado con el Oviedo en los últimos dos años - Además, han tenido su oportunidad los fichados para el filial Javi Hernández, Lolo y Obeng

Javi Mier, a la izquierda, corre a felicitar a Sangalli por su gol ante el Málaga. IRMA COLLÍN

El primer vistazo a la hoja de alineaciones llevaba necesariamente la atención a la media punta del Oviedo. No jugaba Borja, del que después se supo que padecía los síntomas de una gripe. Tampoco Riki, canterano con brillante futuro por delante. Rozada ubicaba a Javi Mier en esa posición capital. El enésimo guiño a El Requexón en unos tiempos, principalmente los dos últimos años, en los que la cantera parece haber recuperado su protagonismo. Con la puesta en escena del centrocampista, son 7 los canteranos que han gozado de su oportunidad con los mayores.

Javi Mier (20 años) es uno de los últimos frutos en florecer en la casa azul. Tras amagar durante la temporada pasada y la actual, su salto al ruedo se dio en un choque condicionado por las bajas. Se trata de un centrocampista versátil, con buen pie y trabajo táctico. Rozada le situó en el once antes que Riki, otra opción natural, para tratar de ahogar a la medular malacitana. Y, salvo la desafortunada acción del penalti, completó un notable encuentro en su estreno.

Más testimonial fue la presencia de su hermano gemelo, Jorge Mier (20 años), en el último minuto (más el añadido) de la victoria del Oviedo (2-1) la temporada pasada ante el Cádiz. Como Javi, su fuerte es la competitividad y su versatilidad: los dos laterales e incluso en el extremo, como en ese tramo final ante el Cádiz. Este año sigue creciendo en el filial.

Para muchos, el espejo en el que reflejarse es Jimmy Suárez (23 años), la irrupción con más protagonismo en las dos últimas campañas. El pivote debutó en la recta final de la pasada temporada para jugar 10 choques, que suma a 14 de la actual, en la que está yendo de menos a más. Con trabajo y ritmo de balón, es un fijo ahora.

Como también lo es Borja Sánchez (23 años), uno de los talentos más importantes que ha pasado por El Requexón (jugó en cadetes antes de irse al Madrid). Anquela le hizo debutar el año pasado en Tarragona (6 minutos) para cerrarle después la puerta al primer equipo. Con Rozada es indiscutible: 17 encuentros más. Ya le siguen equipos de Primera. Desborda calidad.

Edu Cortina es de la misma generación, 23 años, que Borja y Jimmy. También ha pasado en dos años de Tercera a Segunda. Aunque a Cortina no le ha acompañado la suerte. El último ejemplo, el domingo, con una lesión que le obligó a retirarse a los 15 minutos y de la que está pendiente conocer su gravedad. El pivote, brillante tácticamente, jugó un choque el año pasado (en Lugo) y suma 9 más este.

Una participación similar (5 partidos este curso) presenta Riki, 22 años, pivote, al que el club azul recuperó este curso tras foguearse en Marino y Langreo. Hay muchas esperanzas puestas en un pivote de talento y asociación.

Con Lucas, 24 años (3 participaciones) las cosas no están yendo tan rápidas como se podía esperar tras su genial actuación con el Vetusta el año pasado. Con Nieto por delante, pelea por demostrar sus condiciones de lateral incisivo y con peligro en ataque.

La pasarela del filial. Los casos descritos no son los únicos de una gestión acertada del Vetusta. La apuesta por el filial ha crecido en los dos últimos años, empujada por el ascenso del Vetusta. Y ese salto de calidad se ha notado en la tendencia a fichar futbolistas. El año pasado sucedió con Javi Hernández, cedido por el Madrid, que con ficha del filial no tardó en dar el salto. Con Lolo sucedió algo similar. Destacó en el Oviedo B y pasó al primer plano, previa cesión al Extremadura. Este curso, la situación la vive Obeng, 22 años, que fichó por el Vetusta en el verano, pero que ha participado en más encuentros con los mayores (8) que con el Vetusta (5).

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