Emilio Cañedo, entrenador del Vetusta, analizó la victoria de su equipo al Sporting B en el Tartiere (3-2). "En la primera parte fuimos muy superiores en ocasiones y juego. En el principio de la segunda parte también lo fuimos, pero al no haber aprovechado los acercamientos nos pasó factura. Eso y el peso físico", indicó el ovetense.

"Nos faltó efectividad, llegamos con relativa facilidad para finalizar pero nos cuesta tener esa ambición y materializarlas. Cuando perdonas acabas desesperándote y concediendo acciones aisladas, porque todo el mundo tiene gente con calidad", dijo sobre las acciones de gol.

"Tratamos de fomentar la rivalidad sana entre filiales, somos afortunados en Asturias. Para nosotros, ganar en este estadio y tener la posibilidad de acercarse al fútbol profesional es una inyección de moral. La alegría es triple", dijo sobre lo que supone para el Vetusta.