“¿Que Rubén Reyes va a ser el nuevo director deportivo del Oviedo? Me alegro. Está preparado, sabe trabajar en muchos cargos y le irá bien”. Lo dice al otro lado del teléfono el entrenador Paco Jémez y corrobora un sentir general de las personas que conocen bien al todavía secretario técnico del Rayo Vallecano, que el lunes será anunciado como director deportivo azul. Reyes llega al Oviedo tras haber tocado todos los palos: jugador de élite, entrenador, analista, miembro de un banquillo de primer nivel y secretario técnico. Ahora dirigirá la política deportiva de un equipo por primera vez en su carrera. Será primer espada en el Oviedo con 42 años.
“Rubén es un tipo competente. Durante mi última etapa en el Rayo fue adjunto a David Cobeño, director deportivo, y era una pieza clave en el organigrama. Destacaba por su conocimiento del mercado y pese a pasar la mayor parte del tiempo en los despachos tenía comunicación fluida con el cuerpo técnico. Siempre nos daba su opinión con mucho respeto. Es cercano y agradable en el trato”, explica Jémez, cuya última experiencia en los banquillos fue en la campaña 2019-2020, en el Rayo. Mientras él se desgañitaba en los banquillos, Reyes seguía la pista a posibles fichajes.
El asturiano llegó al Rayo en 2017. “Le encantaba su trabajo y controlaba a todos los jugadores de la categoría, aunque también seguía ligas extranjeras. Sabía cuál era su espacio y al entrenador, en este caso a mí, me dejaba el mío. Al final, eso es lo importante en una industria tan complicada como la del fútbol”.
Jémez sostiene que una de las claves de su buena relación con Reyes se debía a que el exjugador azul también fue entrenador (Alcobendas). “Tener experiencia en los banquillos le ayudaba en el día a día para no ver las cosas solo desde el ámbito del secretario técnico o director deportivo. Eso se agradece, porque en un club no se puede tener solo un punto de vista”.
En lo personal, Jémez define a Reyes como un tipo muy calmado. “Es lo contrario a mí, que soy un volcán. Rubén es tranquilo y sosegado, y me venía bien tener un apoyo como él. En el Oviedo lo hará bien porque está preparado. Va a ocupar un espacio complicado, porque Arnau era un tipo excepcional en lo profesional y en lo personal”, recalca. Se da la circunstancia de que Reyes ocupó el banquillo del Rayo de forma interina antes de la vuelta de Jémez tras el despido de Míchel.
“Conmigo hacía labores de analista, pero en el día a día era uno más de nuestro cuerpo técnico. Es una persona de fútbol y tiene las ideas clarísimas”, explica Míchel, que la campaña pasada dirigió al Huesca hasta la llegada de Pacheta. “Reyes nos hacía los análisis previos de todos los rivales y yo confiaba muchísimo en su criterio. Creo que está sobradamente preparado para ser director deportivo del Oviedo y contactos que le pueden faltar seguro que los ha adquirido en la última etapa en el Rayo como secretario técnico”, asegura el madrileño, que advierte sobre el carácter del asturiano, con el que también compartió vestuario en el Rayo siendo los dos jugadores.
“Sabe lo que quiere y va a por ello. Es dialogante, pero si tiene que tener algún roce no se arruga. Estoy seguro que le irá bien de director deportivo. Ser analista implica conocer el mundo del fútbol por dentro y en los últimos años, como secretario técnico, se ha acercado más a los despachos”. El lunes Rubén Reyes podrá sentarse en su nuevo despacho: el de El Requexón.
