Hubo empates de todos los colores. Con mayor presencia en el área rival, como ante el Tenerife; con asedio del enemigo, como en Leganés; con la balanza igualada, como ante Las Palmas. También dejan las igualadas un doble poso. por aquello del vaso medio lleno o medio vacío: el Oviedo se ha acostumbrado a sumar en cada escenario en el que actúa, pero lo podría hacer a un ritmo más alegre. El análisis de los datos de los 10 empates azules, solo el Zaragoza (11) iguala más, es que el saldo podría ser mejor. Que con un poco de fortuna el equipo estaría más arriba. Un dato sirve para sostener la hipótesis: de los 10 partidos acabados en “X”, solo en 3 el rival tiró más.
Los números ofensivos suelen ir de la mano de la sensación dejada por el equipo de Ziganda. Nada como el saldo de tiros para saber si un equipo mereció más. Y en los diez casos analizados, datos concretos: en cinco de ellos, los azules tiraron más que el contrario; en otros tres, el rival chutó más; en los dos restantes, igualdad también en los intentos en el área.
Se da la circunstancia que los dos empates con mayor sensación de inferioridad han sido los dos últimos. Las visitas a Butarque y Anduva mostraron a un Oviedo cohibido, a merced del rival. Las intervenciones de Femenías sostuvieron a los azules en Leganés (0-0), en un choque en el que los pepineros chutaron 15 veces y 7 a puerta, mientras que los del Cuco lo hicieron en 4 y 1. El Mirandés (1-1), por su parte, tiró 11 veces, 5 entres los tres palos, por 4 chuts y 2 a puerta del Oviedo. Llamativo es el dato de balones tocados en el área rival: 27-9 para los de Anduva. El saldo de empates en inferioridad se completa con el logrado en la Romareda (0-0), en el que el Zaragoza se impuso en tiros totales (12-5) y a puerta (2-1).
A cambio, el Oviedo presentó más argumentos que su rival en 5 de las igualadas ligueras. En la segunda jornada, el Tenerife (0-0) se quedó sin probar a Femenías aunque chutó 7 veces en total. Los azules tiraron 9 veces, 2 al arco chicharrero. En Ibiza (1-1), el equipo reaccionó con los cambios para presentar un saldo de 10-8 disparos totales, aunque igualdad en los que fueron a puerta: 4-4. También se impusieron los de Ziganda en toques en el área rival: 19-23.
Bastante igualado. aunque con más insistencia azul (sobre todo en cuanto a la magnitud de las ocasiones), fue el choque ante el Girona (0-0): 8-6 para los azules en tiros. 2-2 en los que fueron entre palos. El Oviedo estuvo más en área contraria: 16 a 12 toques. El derbi (1-1) siguió la misma tónica, con superioridad azul en los tiros: 8-6 en los totales, 4-3 a puerta. Y en San Sebastián (1-1) la semana siguiente, superioridad mínima azul: 7-7 en chuts, 4-3 para el Oviedo en los que fueron a portería y claro dominio en los toques en las áreas enemigas: 29 a 14.
El historial de empates se completa con dos choques de igualdad máxima en los tiros, ante el Lugo (2-2) 9-9 en tiros y 6-6 a puerta; y contra Las Palmas, 8-8 y 3-3, aunque los canarios gozaron de más presencia en área rival: 15-27 toques.
El play-off de ascenso, un punto más cerca
El empate cosechado en Miranda, el décimo de la temporada, permite a los azules seguir, a su ritmo, su persecución de la zona noble de la tabla. Y aunque la sensación inicial es que al Oviedo le podría haber funcionado una propuesta más ambiciosa, lo cierto es que el equipo queda esta semana un punto más cerca de la zona del play-off de ascenso a Primera. La derrota de Las Palmas (4-1 en Butarque), mantiene el sexto puesto en los 27 puntos, por los 25 que ahora lucen los de Ziganda en su hoja de servicios. El Oviedo avanza en la octava plaza aunque podría caer a la novena si hoy el Girona derrota al Eibar en Ipurúa.
