Bueño, paraíso del hórreo: así funciona su centro de interpretación pionero

El pueblo, lugar con mayor concentración de estas construcciones en Asturias, cuenta con este equipamiento desde el año 2012

VIDEO: Un recorrido por Bueño, el paraíso del hórreo

Video: Oriol López/ FOTO: Fernando Rodríguez

Imagine un valle asturiano. Lo primero que se le vendrá a la mente es una zona entre montañas plena de verdor y verdín. Como el entorno de Bueño, en Ribera de Arriba. Y en la imagen seguro que añade un hórreo. La diferencia con Bueño es que no hay solo uno: atesoran nada menos que 47, lo que les convierte en la aldea con mayor concentración de estas tradicionales construcciones de todo el principado de Asturias. Todo un paraíso del hórreo. Al calor de este patrimonio cultural y etnológico surgió hace doce años un equipamiento pionero en el Principado, el Centro de Interpretación del Hórreo. La instalación, que consta de visitas libres y guiadas, desgrana, como el trigo o el maíz que se guardaba en ellos allende los tiempos, los entresijos, historia y singularidades de estas infraestructuras de madera y piedra.

“El Centro de Interpretación presta servicio desde abril del 2012, año que coincidió con el nombramiento de Bueño como Pueblo Ejemplar de Asturias”, explica Roberto Álvarez, uno de sus gestores. Los ahora Reyes Felipe VI y Letizia, entonces príncipes, fueron a entregar el galardón adjunto a los Príncipe de Asturias de ese año y pasaron un rato agradable en la instalación, según Álvarez, en lo que supuso una especie de reinauguración. No han sido los únicos en disfrutarla, ya que desde aquel momento unas 30.000 personas han pasado por allí para interesarse por el patrimonio arquitectónico local y regional de hórreos y paneras.

Y es que en Asturias no hay otro lugar igual. “Es pionero”, expone su gestor, que describe el movimiento del Ayuntamiento de Ribera de Arriba como el de “ver una oportunidad y saber aprovecharla cultural y turísticamente”. El único lugar que se le asimila, en cierto modo, es el Museo del Pueblo de Asturias, en Gijón, que conserva algún ejemplar de hórreos y paneras.

Como no hay dos sin tres, tampoco 47 sin 48. Porque Bueño conserva 47, pero hay un inquilino reciente; llegó en 2019. Es una panera que está dentro del recinto del Centro de Interpretación. Procede de la parroquia de Perlora, en el concejo de Carreño, y data del año 1856. Se atribuye a un taller de San Andrés de los Tacones, en Gijón, y se instaló en una aldea cercana. A finales del siglo XIX se trasladó a Perlora y, más de una centuria después, llegó a Bueño.

Desde la panera los pasos se encaminan a través del camino labrado en el césped y que lleva al edificio del Centro de Interpretación. Nada más cruzar el umbral, el visitante se zambulle, directo y sin prolegómenos, en el origen de los hórreos a nivel mundial y regional. En Asturias se remontan al siglo XV. Profundizando, los equipos relatan sus características de construcción, sus usos, decoración o funcionamiento. Avanzando en la exposición, también se puede entrar en la réplica interior de un hórreo en la que no falta detalle: los chorizos colgados de una viga, los aperos de labranza, la fotografía de los antepasados familiares el maíz... “Y algún detalle sorpresa que no puedo decir, que venga la gente y lo descubra”, bromea su gestor a la par que guía. También cabe la opción de consumir variados contenidos audiovisuales en una sala destinada a tal fin.

Existen las visitas libres y guiadas. De estas últimas hay dos pases en horario de invierno -12.00 y 16.30 horas- y tres en el de verano -11.00, 13.00 y 17.30 horas-. No es necesario reservar, solo estar diez minutos antes del comienzo. La actividad estrella en esta modalidad está clara, tal como confirma, Roberto Álvarez: el montaje de un hórreo a escala 1:3. Es una actividad para todos los públicos, niños y adultos. Las visitas de escolares la disfrutan especialmente, tal como pudo observar este periódico con los niños y niñas de 5.º y 6.º de Primaria del Colegio Amor Misericordioso.  Roberto les explicó como se elegía la madera para la construcción- “en luna llena, porque la gravedad atrae la savia”- entre muchos otros detalles. Después de la teoría, vino la práctica, con la colocación de los pegollos, las vigas, el suelo, el techo. La actividad demuestra la solidez de los hórreos sin utilizar ningún tipo de argamasa, porque hasta varios niños pudieron entrar en él con total seguridad. El recorrido termina aquí, de forma ordinaria, aunque existe la opción de añadir una visita de aproximadamente una hora por Bueño para aplicar in situ los conocimientos adquiridos en el Centro y empaparse del patrimonio cultural local.

Un servicio adicional que se ofrece en el centro se guarda en un contenedor con forma de maleta. Se trata de una decena de bicis eléctricas a disposición de los visitantes del centro, gratuitamente. Las condiciones son utilizarlas en horario de apertura y realizar la correspondiente reserva.

La instalación abre en horario de invierno (del 1 de octubre al 30 de junio) los sábados, domingos y festivos entre las 11.00 y las 14:00 y las 16:00 y las 18:30 horas. En su horario de verano, que comprende los meses de julio, agosto y septiembre, queda a disposición del público de jueves a domingo de 10.30 a 14:30 y de 16.30 a 20.00 horas.