Colegio Profesional de Fisioterapeutas del Principado de Asturias

El ejercicio terapéutico: herramienta vital en la lucha contra la osteoartritis

Una actividad física planificada puede mejorar de manera notable la calidad de vida de los pacientes con artrosis

Una paciente aquejada de artrosis.

Una paciente aquejada de artrosis. / Lne

I. S.

La osteoartritis (más conocida como artrosis) es una enfermedad degenerativa que padecen millones de personas en todo el mundo. El perfil más común es el de mujer mayor de 55 años. Se produce cuando el cartílago protector de los extremos de los huesos sufre un desgaste aumentando el roce entre ellos y provocando dolor. Las zonas más propensas a sufrir de artrosis son la mano, la cadera, la rodilla y la columna vertebral. Aunque las causas exactas de esta patología son desconocidas, se han identificado factores que aumentan el riesgo, como el sobrepeso, lesiones repetidas o antecedentes familiares.

Entre los síntomas más comunes encontramos el dolor al moverse, la rigidez articular y, en fases avanzadas, el empeoramiento del dolor durante la noche. Actualmente no existe una cura definitiva para la osteoartritis, pero se han identificado métodos para mejorar la calidad de vida de los pacientes. Aquí es donde la fisioterapia puede jugar en papel importante. César Castaño, fisioterapeuta del Colegio Profesional de Fisioterapeutas del Principado de Asturias, (Cofispa), advierte que, "actualmente no podemos curar la osteoartrosis, pero sí podemos mejorar la sintomatología que presentan nuestros pacientes, incrementando la calidad de vida y el desempeño en las actividades de la vida diaria".

Uno de los tratamientos de la artrosis con más posibilidades de éxito es el ejercicio terapéutico. Castaño explica que esta actividad física terapéutica tiene como objetivos comunes, mantener los rangos articulares y la fuerza muscular pero siempre pautado desde la individualización, y tras una valoración de cada paciente por parte de un fisioterapeuta.

El ejercicio terapéutico es aquel que, mediante la realización y ejecución planificada y sistemática de movimientos corporales, patrones motores y actividades físicas, permiten al paciente remediar y prevenir deficiencias que pueda presentar y mejorar la funcionalidad motora facilitando sus actividades de la vida diaria. Mejora su estado general y el bienestar y se reducen las posibles causas que pueden condicionar su salud física y como mental.

Una paciente aquejada de artrosis. | LNE

La rodilla es una de las partes del cuerpo propensas a la artrosis. | LNE / Lne

Una práctica continuada conlleva resultados óptimos

Este tipo de ejercicio, tal como explica César Castaño, se erige como una técnica fundamental en fisioterapia, ya sea para tratamiento o prevención. La práctica continuada de estos ejercicios es clave para lograr resultados óptimos. "Está demostrado que el ejercicio regular no solo previene enfermedades crónicas, sino que carece de efectos adversos", apunta. Es fundamental dosificar de manera correcta y adecuar los ejercicios a cada paciente en función de la sintomatología y de los objetivos para evitar cualquier efecto negativo, como el aumento del dolor y siempre teniendo en cuenta la premisa de que el mejor ejercicio es aquel que se realiza. "Cuando nos planteamos la programación de ejercicio terapéutico en pacientes con artrosis tenemos que fundamentarlos en una serie de principios que garantizarán, en cierta medida, la buena evolución de nuestro paciente. Como guía básica, debemos empezar poco a poco y aumentando de forma progresiva las cargas de ejercicio, modificaremos dichas cargas si los síntomas aumentan, intentando mantenerse activo); no deben realizarse actividades que produzcan sobrecargas excesivas y el ejercicio debe realizarse en un entorno seguro, tratando las dudas con un profesional sanitario cualificado", recalca César Castaño. El Departamento Americano para la Salud y el Deporte sugiere entre 150 y 300 minutos de actividad aeróbica moderada a la semana, combinada con ejercicios de fuerza dos veces por semana. Caminar, trotar, andar en bicicleta o nadar son opciones recomendadas. Lo más sorprendente, según César Castaño, es que trotar y correr, incluso en distancias maratón, no solo no provoca osteoartritis, sino que puede prevenirla y mejorar la sintomatología. Sin embargo, es crucial recordar que no existe un enfoque universal para la práctica deportiva en pacientes con artrosis. La individualización y la progresión son clave. No hay deportes buenos o malos, sino evaluaciones adecuadas y un control riguroso de las cargas.

A modo de conclusión pueden tomarse las palabras de Nelson Mandela: el ejercicio es clave para la salud física y de la mente. Por ese motivo, como recomendación del Colegio Profesional de Fisioterapeutas del Principado de Asturias, es necesario ponerse en manos de un fisioterapeuta de confianza usando "menos pastilla y más zapatilla".