El pilates ya no es cosa de mujeres y cada vez más hombres se suman: "Parece que vuelas", dicen los asturianos que lo prueban

El estereotipo femenino pierde vigor en una disciplina que combina fuerza y flexibilidad: "Al acabar la clase parece que vuelas", dice el arquitecto Arturo Gutiérrez de Terán, de 82 años

El pilates ya no es cosa de mujeres y cada vez más hombres se suman: "Parece que vuelas", dicen los asturianos que lo prueban

VÍDEO: Amor Domínguez/ FOTO: Luisma Murias

Lorena Landázuri

Lorena Landázuri

"Arte del movimiento con beneficios que duran toda la vida". Así define Fernando Pedregal la disciplina que, en cierto modo, le ha cambiado la vida a él, a su hermano Manuel y a los alumnos que cada semana pasan por su centro. Un espacio ubicado en pleno corazón de Oviedo en el que las máquinas se convierten en el mejor aliado para desarrollar el potencial físico de todos los que se animan a practicar una técnica abierta a romper estereotipos.

Atrás parecen haber quedado los clichés que consideraban el pilates como una disciplina principalmente elegida por mujeres de edades maduras. Cada vez más hombres de todas las edades y estados físicos se lanzan a abrazar todo lo que esta práctica puede ofrecer. "Supongo que cada vez más hombres se animan a venir porque se encuentran a gusto entrenando. Nosotros realizamos entrenamientos que pueden ser muy físicos, orientados a elongar y controlar el cuerpo, la respiración... sin descuidar los ejercicios de fuerza que son clave para retrasar el envejecimiento", señala Fernando Pedregal.

Los hombres se suman al pilates, la píldora de la salud

Manuel Pedregal da indicaciones a Alberto Garrote y a Pablo López durante la clase / Luisma Murias

Una disciplina que no entiende de géneros y que en Pilates Oviedo la practican adaptándose a las condiciones físicas de cada uno. "No tenemos clases de hombres y clases de mujeres. Los alumnos están mezclados y solo variamos en función del cuerpo de cada uno", cuenta el profesor, que lleva más de 18 años dedicándose al deporte.

La versatilidad del método lo hace apto para todos. Y es que desde que el centro ovetense abriera sus puertas en 2006, han pasado por él personas de todas las edades. "Tenemos el caso de una chica que empezó con nosotros cuando tenía 13 años. Padecía escoliosis y 9 años más tarde, sigue viniendo a nuestras clases", destaca Pedregal, quien asegura que el secreto de que este ejercicio haya llegado a tanta gente reside en el boca-oreja y en sus innumerables beneficios. Desde mejorar la postura, los dolores de espalda, incrementar la coordinación y la flexibilidad hasta controlar la respiración o fortalecer el suelo pélvico. Todas éstas son algunas de las ventajas de iniciarse en una práctica que, según Pedregal, "una vez que la pruebas, repites".

"No hay clases de hombres y clases de mujeres; nos adaptamos a cada cuerpo"

Entre 15 y 20 clases al día en grupos de unos cuatro alumnos por sesión marcan las jornadas en este centro que también cuenta con clases privadas y que destaca como seña diferencial el amplio abanico de disciplinas que manejan sus responsables. "Tanto mi hermano como yo controlamos sistemas corporales que se complementan con el pilates y eso nos permite ofrecer una visión más general del ejercicio", recalca Fernando.

1. Pablo López y Alberto Garrote, en un momento de la clase, junto a Manuel Pedregal, profesor de pilates. 2. Fernando Pedregal durante una de las sesiones con un alumno. 3. Arturo Gutiérrez de Terán realiza uno de los ejercicios. 4. Manuel Pedregal da indicaciones a Alberto Garrote y a Pablo López durante la clase. |  | LUISMA MURIAS / FERNANDO RODRÍGUEZ

Arturo Gutiérrez de Terán realiza uno de los ejercicios. / Fernando Rodríguez

Si hay un momento que requiere una especial atención es las primeras clases, en las que se construye la base que más tarde ayudará a los alumnos a controlar esta técnica. En esta primera etapa, el método "cala de verdad y es cuando tanto mi hermano como yo aprovechamos para hacer esas intervenciones, reflexionar sobre por qué un alumno no se mueve correctamente, porque se gira esa rodilla... Es cuando calculamos qué vamos a sacar de cada alumno", señala Fernando.

Entre los beneficios destacan la mejora postural, la coordinación y la flexibilidad

Haciendo caso al refrán que dice que "más vale prevenir que curar", el pilates vendría a ser esa especie de "preventivo fundamental, una píldora de la salud". Y es que "moverse biomecánicamente de forma correcta es una prevención imprescindible. El cuerpo tiene una resiliencia que asusta, pero llega un momento en el que las compensaciones corporales llegan a su límite", insiste Pedregal.

Para todo aquel que esté dudando si dar o no el paso y lanzarse a probar esta disciplina, el profesor lo tiene claro. "Tienen que empezar ya. Sólo hay dos tipos de personas: los que ya practican pilates y los que lo vais a practicar. Es un método muy válido que hay que desmitificar. No sales nuevo, si tienes una patología aguda no vas a hacer pilates, primero vas a un fisio. El pilates lo que hizo en su momento fue cubrir un hueco entre lo que eran las máquinas convencionales de gimnasio y el movimiento inteligente, estudiado y guiado", subraya Pedregal.

Los hombres se suman al pilates, la píldora de la salud

Fernando Pedregal durante una de las sesiones con un alumno / Fernando Rodríguez

Es un complemento ideal de una vida sana y que puede empezar a practicarse a cualquier edad. Mas aún cuando llega por prescripción médica. "Me descubrieron un tumor en el pulmón y cuando me tocó empezar la recuperación el médico me recomendó empezar a practicar pilates. El mismo consejo que me dio cuando sufrí problemas intestinales", apunta Arturo Gutiérrez de Terán, arquitecto y ex consejero de Ordenación del Territorio del Principado, quien descubrió esta disciplina a los 65 años y que ahora, con 82, no perdona sus dos sesiones semanales. "Al acabar la clase parece que vuelas", añade justo al terminar los ejercicios, en los que se ponen a prueba resistencia, movilidad y fuerza.

Un deporte en el que no hay rivalidad y en el que uno sólo compite consigo mismo. "Algo que no se aprende a los 20 pero sí a los 50", indica Gutiérrez de Terán, quien no duda en recomendar este ejercicio: "Es de las disciplinas mejor pensadas, más inteligentes, llena de sutilezas y que se puede combinar con cualquier otro actividad".

Los cada vez más frecuentes dolores de espalda parecen también haber encontrado un paliativo en el pilates. "La gente que viene con molestias en la espalda nota una mejoría casi inmediata. Al organizar la columna, trabajar con ella en posición neutra, trabajar las articulaciones y la fuerza para que los músculos sujeten esa postura, se mejoran casi siempre los problemas de espalda", enfatiza Laura Cueto, profesora en Pilates Oviedo al término de la práctica.

Colchonetas, unidades de pared, sillas... son algunos de los instrumentos con los que cada día trabajan alumnos y profesores. Máquinas que ofrecen una "experiencia más completa que el pilates en suelo" –subraya Fernando Pedregal– y que ayudan a que "los engranajes de esa máquina, el propio cuerpo, que nos sostiene a diario funcione mejor", concluye el profesor.

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