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Salvada la campana de Tiñana

Los vecinos recaudan el dinero para arreglar el instrumento de la iglesia subastando “pitas”, sidra y comida

Los vecinos, reunidos para la colecta parroquial en forma de subasta; a la derecha, el campanario. | A. I.

Nunca vender una “pita” ha ayudado tanto a una campana. En concreto a la de Tiñana. Artículos y seres vivos de lo más variopinto salieron a subasta en la parroquia sierense, por iniciativa de los vecinos, para conseguir el dinero que se necesita para restaurar la campana de la iglesia: “El Arzobispado no está muy por la labor de abordar el arreglo”, explican los representantes del colectivo, que finalmente ha logrado los fondos necesarios y comenzarán las obras en los próximos días.

Salvada la campana de Tiñana

Coincidiendo con el día de San Antonio de Padua, los vecinos de Tiñana suelen organizar una subasta en beneficio de la parroquia local. “En esta ocasión vimos que hacía falta el dinero para la campana. Lo consultamos con el párroco y le pareció una buena idea”.

Así pues, gallinas ponedoras y “pitos de caleya”, junto a empanadas, botellas de sidra y cestas de comida, sirvieron a la causa de salvar el artilugio soldado al campanario.

Todos los vecinos arrimaron el hombro para lograrlo y lo hicieron encantados. Unos, aportando material para la subasta y otros subiendo las pujas para acercarse al objetivo definitivo.

Al final, tras largos minutos de risas y celebración, la Sociedad Cultural y de Festejos de Tiñana consiguió sacar 1.300 euros para su preciada campana. “Arreglarla costará unos 2.600 euros”, explicaban ese día los residentes de la parroquia, contentos al haber conseguido “la mitad de lo que costará el arreglo”. Poco tardaron en lograr el resto y en la jornada de ayer avisaban de que donaciones posteriores habían servido para lograr el objetivo y que las obras comenzarían de forma inminente.

En el espejo, localidades como Vega de Poja o Pola de Siero, donde ya se ha reparado el templo local o se están recaudando fondos para hacerlo. La diferencia, en todo caso, es sustancial. La reforma de la iglesia de la capital sierense está proyectada en dos fases que superan los 300.000 euros. En Tiñana, la pretensión era únicamente oír el tañido del campanario en condiciones. Por falta de ganas de los vecinos no quedó.

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