La Nueva España de Siero

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El Cuto despide con dolor al transportista Iván Martínez Llosa, "una persona impresionante, bromista y cariñosa"

Fallecido el jueves tras volcar su camión en Pajares, era costalero, gran aficionado a las carreras de montaña y "gran amigo"

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Funeral en El Cutu por el transportista fallecido, Iván Martínez Llosa; el arzobispo, Jesús Sanz Montes, da el pésame al hermano del fallecido, exalcalde de Siero, Eduardo Martínez-Llosa y otros familiares.

Casi dos centenares de personas arroparon esta mañana en a la iglesia de El Cuto a la familia de Iván Martínez Llosa, el transportista fallecido el pasado jueves tras volcar con su camión en el puerto de Pajares. Visiblemente afectados, algunos allegados le recordaban como “una persona impresionante, bromista y cariñosa”. Presentes en la misa funeral estuvieron sus compañeros de la hermandad de estudiantes, otros transportistas y amigos de la infancia. Su hermano, Eduardo Martínez Llosa, edil y exalcalde de Siero, estuvo arropado por el diputado regional de Foro, Adrián Pumares.

El fallecido tenía 57 años y una vitalidad envidiable, lo que ha hecho que “el golpe sea muy duro”, reconocía ayer Isaac Blanco, amigo de toda la vida de Martínez Llosa. Nacieron el mismo año y se criaron juntos, manteniendo una relación muy estrecha: “Siempre jugábamos y ahora hacíamos rutas, todavía a principios de año hicimos la antigua ruta de Covadonga. 110 kilómetros juntos. Teníamos pensado completar el Camino de Santiago, pero ya no podrá ser”.

Buen conocedor de su carácter, Blanco destaca que era una persona bromista, por lo que su recuerdo queda plagado de anécdotas. "Le gustaba mucho tocar las narices, pinchar un poco. Sabía por donde cogerte”, resumía, visiblemente afectado.

Entre sus amigos más cercanos se contaba también Andrés Llavona, de la Hermandad de Estudiantes, a la que pertenecía Martínez Llosa. “Llevaba un tiempo con nosotros ya en la hermandad de estudiantes, de costalero, y últimamente tenia una implicación directísima con todas las actividades que organizaba la hermandad. El Trail del Monsacro lo llevaba todo él, era su ilusión”, resumía ayer. Sobre su carácter, Llavona destaca que era “un buen amigo, una buena persona y muy buen católico, lo vamos a echar mucho de menos”.

Iván Martínez Llosa estaba casado con  Ana Noval y tenía dos hijas, Irene y Elena. La familia, encabezada por su hermano, el exalcalde, se mostraba desconsolada, recibiendo gestos de cariño de los presentes. Entre los que mostraron su apoyo, el forista Pumares, que dio “todo su apoyo” a los allegados. También gesto cariñoso del arzobispo Jesús Sanz Montes, que se acercó a los familiares antes de oficiar la misa en la que tuvo palabras de recuerdo para Iván: “Que Dios le tenga en su gloria”, subrayó.

 

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