La Nueva España de Siero

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Subir precios, cerrar instalaciones o privatizar la gestión, propuestas de la auditoría sobre la viabilidad del Patronato Deportivo

El gobierno sierense descarta adoptar alguna de estas medidas a corto plazo

Instalaciones deportivas en Lugones

La auditoría externa encargada para fiscalizar al Patronato Deportivo Municipal de Siero confirma la mala situación económica por la que atraviesa la entidad y plantea varias opciones drásticas para garantizar su viabilidad. Entre las opciones de futuro que se ponen sobre la mesa se incluye el cierre de instalaciones que tienen pocos usuarios y generan, en comparación, un gran gasto; subir precios por el uso de algunas actividades concretas, ajustar plantilla e, incluso, externalizar el servicio. A pesar de la complicada coyuntura, marcada por el descenso en el número de socios y por tanto de los ingresos, el gobierno local descarta aplicar ahora las medidas sugeridas por los auditores, al menos a corto plazo.

El estudio de la situación del Patronato Deportivo Municipal fue encargado a finales de 2020, a petición de varios grupos políticos, especialmente del Partido Popular. En aquel momento, el alcalde, el socialista Ángel García, ya había alertado de que uno de cada cuatro abonados del organismo se habían dado de baja durante 2020, a raíz de los cierres por la pandemia.

Con menos socios y sin girar el recibo a los que permanecían abonados –al no tener la posibilidad de disfrutar de los equipamientos– los ingresos disminuyeron notablemente. Las cifras exactas de los resultados económicos de la entidad aún no han trascendido, pero sea como sea, el gobierno local se ha visto obligado a incrementar la aportación municipal para poder mantener plantilla y servicios.

En el presupuesto para 2022 se contempla un incremento en la asignación al patronato de más de 300.000 euros respecto al presente curso. Esto implica que la partida alcance el pico de los 3.264.380 euros, un 6,4 por ciento del total de las cuentas municipales de Siero, las más elevadas de la historia del concejo, que ascienden a 51,5 millones de euros.

El gobierno sierense lleva tiempo anunciando la urgencia de tomar medidas para que no sea necesario recurrir a aportaciones económicas municipales de tal magnitud. Sin embargo, no se han acabado de aplicar, pues se ha dado prioridad a conservar los empleos, más de 70, que existen en el patronato.

Los resultados de la auditoría de la situación del patronato ya son conocidos desde hace varios meses por el gobierno local. Y en fechas recientes, el PSOE trasladó a las formaciones de la oposición las medidas correctoras recomendadas por el auditor, todas ellas bastante “impopulares” por razón de los servicios que se dejarían de prestar y los puestos de trabajo que sostienen.

El primero de los planteamientos es cerrar algunas instalaciones que tienen muy pocos usuarios. Algo que se da sobre todo en zonas rurales, en los que se necesita personal y mantenimiento para equipamientos que apenas utilizan una decena de personas. Otra opción que propone el informe es subir los precios de algunas actividades concretas o del uso de equipamientos determinados.

Más drásticas incluso son las otras dos opciones que da el auditor. Una consistiría en ajustar plantilla. La otra, en externalizar el patronato. El alcalde, Ángel García, no descartó meses atrás esta opción a medio plazo, entendiendo que podía servir para dar un mejor servicio y reducir costes. Sin embargo, la intención del gobierno local es por el momento evitar cualquiera de estas decisiones, al menos a corto plazo. Por lo pronto, con el presupuesto aprobado para 2022, no se tomará ninguna medida durante el próximo año, salvo imprevisto.

El futuro de la entidad volverá a debate en 2023, año electoral. Los comicios podrían acabar siendo un momento clave para los servicios deportivos del concejo, especialmente por la visión diametralmente distinta de este área que tienen unos y otros partidos.

Junto al resto de formaciones de izquierdas e incluso con el PP, los socialistas defienden que el servicio siga siendo público, por encima de todo. La solución más sencilla podría ser la recuperación de abonados. Si esta se produjese una vez ha mejorado la situación sanitaria, ello paliaría en cierta medida la situación, alejando otros escenarios que suponen decisiones más extremas.

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