Granada

Los padres podrán satisfacer su curiosidad sobre el sexo del feto en la octava semana del embarazo, sin esperar, como hasta ahora, a la vigésima, además de diagnosticar enfermedades como la hemofilia o la distrofia muscular, gracias a una muestra sanguínea de la madre que recoge ADN del futuro bebé.

El hito científico, producto de las investigaciones del laboratorio granadino Lorgen en colaboración con el Hospital Materno Infantil Virgen de las Nieves de Granada y la Fundación para la Investigación Biosanitaria (FIBAO), permite conocer a los dos meses de gestación si el futuro bebé será niño o niña con una fiabilidad superior al 98 por ciento y, por tanto, con más exactitud que la ecografía.

El director general de Laboratorios Lorgen, empresa pionera en la investigación genética, Javier Valverde, explicó ayer que las nuevas pruebas, que consisten en tomar una muestra de tres mililitros de la sangre de la madre, están exentas de peligro tanto para la embarazada como para el feto al no hacer uso de las técnicas invasivas. El hecho de disponer del ADN del feto abre la puerta a otros análisis genéticos, según Valverde.