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-¿En arquitectura es diferente?

-En arquitectura tengo que ir siempre convenciendo al cliente. Hay más confianza mutua en el «designer».

-¿Diseño e industria son inseparables?

-El diseño no solamente es la industria, a veces se puede trabajar sobre objetos, sobre la evolución de los objetos de la vida cotidiana sin pensar necesariamente en la industria aunque finalmente acabes en ella. El caldo de cultivo, donde se cocina todo el diseño, no sólo conlleva el trabajo hecho para la serie o la industria, también lleva un esfuerzo de artistas que hacen investigación sobre muchos temas y lo proponen con un mínimo de objetos en una sala de arte. En el Salón del Mueble de Milán es tan importante la parte de la feria como los trescientos o cuatrocientos eventos que hay a su alrededor, gente que llega de cualquier sitio del mundo y que expone con poquísimo dinero y de manera muy fresca, al natural, pequeñas y grandes ideas por toda la ciudad. Por ejemplo, Rosenthal no lo presentamos en la feria, lo hicimos en una galería alejada, yo quise que fuera así, que quien quisiera verlo le echara intención.

-¿Es exigente con el cliente o con el simple observador?

-El experimento, en este caso, me dejó contenta. Mucha gente se quejó, pero mucha otra me dijo que había sido agradable. Otras compañías exponen mi trabajo en la feria, como Moroso, que hizo una instalación de la que estamos muy orgullosos y espero que también lo estén ellos, un espacio rojo interesantísimo.

-¿El rojo es importante en su trabajo?

-No, no, el año pasado era blanco. No tengo cromofobia, en eso soy fuertemente latina y española. El color entra o no entra en un proyecto según la necesidad.

-Tiene orígenes vascos, asturianos, influencia mediterránea, ya casi es milanesa... Suele decir que sus ideas nacen de emociones y recuerdos.

-Me gustaría tener más influencias culturales. Cada proyecto es distinto, nace de emociones y de analogías diferentes, imagino que habrá algunos mucho más influenciados de mi memoria emotiva española, asturiana, no lo sé, pueden ser de un viaje, de una asociación de objetos que están un poco olvidados, que me divierten... la analogía nace muchas veces al principio, con cosas que están fuera de campo, sensaciones: es una mezcla. Pero no todos llevan los mismos ingredientes de emociones, ni de memoria, para nada.

-¿Qué prepara con el Centro de Arte de La Laboral?

-Haremos una instalación para una exposición en septiembre y seguimos con el proyecto de hacer una pequeña sala de cine y una mediateca.