Oviedo, J. C. GEA

La escultura de Carmen Castillo y el arte floral de Javier de la Roza se alían en «In tempo. Escultura. Naturaleza», la espectacular instalación que ambos exhiben en la ovetense galería Texu (Postigo, 13) hasta finales de este mes.

La totalidad del espacio de la sala ha sido ocupado por un grupo de figuras humanas que, en su mayoría, exceden el tamaño natural, y que aparecen integradas en un entorno en el que el elemento botánico va más allá de lo decorativo para establecer un diálogo entre flores y figuras, y entre figuras entre sí. Con espíritu de experimentación lúdica, Carmen Castillo y Javier de la Roza han dividido el espacio en dos partes mediante una estructura metálica recubierta de vegetación e insertado las piezas en un entorno en el que conviven con lilium, crisantemos, solidago o un espectacular tronco muerto de castaño.

Destaca, asimismo, un espacio en forma de estanque del que brotan varias de las esculturas, llenas de un llamativo material gelatinoso con aspecto de hielo.

«In tempo» testimonia, además, el uso por parte de la escultora de nuevos recursos, que añaden notas inéditas a sus monumentales figuras.

Mientras que los bronces habituales en otras muestras han quedado relegados a un pequeño grupo de figuras «nidificado» en un pequeño conjunto floral, que marca discretamente un centro para el conjunto, las figuras mayores muestran una estructura de poliéster y porespán que enriquecen su textura con una apariencia de crudeza metálica y materiales soldados.