Cada vez que habla con LA NUEVA ESPAÑA, Álvaro Urquijo no olvida que en la sala que actúan este viernes en Oviedo (Sala Estilo, 22.30 horas) debutaron fuera de Madrid: "Lo recuerdo siempre, como si fuera ayer", dice. Y no olvida un arsenal de cuerdas de guitarras que encontró de la actuación. La sala era entonces Brujas. Está grabado en su historia a fuego, como lo están decenas y decenas de canciones y autores que marcaron al grupo. De ahí y de cierto cabreo que atragantó la composición propia nació el disco de versiones "Algo prestado".

-¿Un reencuentro con sus cosas, sus canciones, sus autores..?

-De un tiempo a esta parte hay mucho homenaje. Hicimos Antonio Vega, a mi hermano, 'Duncan Dhu', 'Hombres G', Miguel Ríos. Nos dimos cuenta de que se nos daba bien meternos en papeles ajenos. Cuando empezamos teníamos ocho canciones propias, teníamos dossiers de algunas que nos gustaban para terminar conciertos. Nos movimos en una espiral. ¿Qué nos queda por hacer?, pues, por ejemplo, sentir que nuestra música tiene trascendencia en Latinoamérica y estamos pensando ir ahora.

-Así que...

-De repente estaba cabreado, no motivado. Eso influye en tu forma de escribir. Casi parecía que íbamos a hacer una especie de canciones protesta con los temas políticos y culturales. Hasta entré en una candidatura de la SGAE... Bueno, que me di cuenta de que lo que escribía no me gustaba. Y me dije "disco de versiones con mitad de canciones nuevas". Ingenuamente pensaba que trabajaría en las originales rápido, y en las otras tardaron un año y pico en darnos los permisos para hacer las adaptaciones.

-¿Por alguna razón?

-Es farragoso, por lo de los derechos. Por ahí fuera tiene mucho celo, a los seis meses teníamos permiso para una.

-¿Son versiones tal cual o piezas adaptadas al mundo de "Los Secretos"?

-Fue una experiencia más compleja de lo que imaginábamos. Pensábamos, por ejemplo, en "Creedence Clearwater Revival" o "Beatles". Pero me dije: "Voy a competir yo con Fogerty o Lennon. Ahí pierdo". Así que lo enfocamos con las canciones que tocábamos en las pruebas de sonido, como alguna de Peter Gabriel, del que no estaba muy enamorado. Sin ser yo fan, como Jesús, pensé "voy a hacer una canción suya".

-¿Es decir, nada de intentar imitar?

-Hablamos de los temas más parecidos a nuestro gusto y sin competir con grandes éxitos porque saldríamos escaldados. Intenté con Bruce, del que yo soy un fan. Trabajé un mes intentando "The River", que a mi hermano también le gustaba mucho. Muy de Enrique, pero no me salía bien, ¡joder, me gusta más la de Springsteen!, así pues, la idea no fue la importancia sino cómo las íbamos a defender, que la sorpresa fuera que las canciones fueran "secreteables".

-¿Y el directo es tal cual las versiones?

-Son dos horas largas de concierto y, claro, hemos añadido también canciones de los "Secretos". Es imposible que les des la espalda a tus éxitos. Es un show completo.