"Aquí hay unanimidad a la hora de buscar la mejora de nuestro colegio. Éste es un colegio con inquietudes". Esa unanimidad de la que se siente orgulloso el director acaba de llevar al Colegio Rural Agrupado (CRA) Ría del Eo, de Vegadeo, a conseguir la máxima puntuación otorgada por la Consejería de Educación a centros de toda Asturias seleccionados para iniciar el próximo curso el llamado contrato-programa, un plan de mejora integral implantado por el Principado desde el año 2011.
El Ría del Eo lo conforman dos escuelinas muy cercanas. La de Abres, con 16 alumnos, y la de Piantón, con 14. Acaban de terminar el curso. Son niños entre los 3 y los 12 años, en un CRA eminentemente rural. El contrato-programa es la mejor manera de celebrar los veinticinco años de actividad docente de este colegio bicéfalo, que es ejemplo de periferia de la periferia. O sea, dificultad al cubo.
Francisco Rivas es su director desde el año 2003. Tiene desde entonces un objetivo: "Conseguir que estos niños lleguen a la ESO en igualdad de condiciones con los de los núcleos urbanos". Y el objetivo no es fácil "porque el entorno en el que nos movemos tiene muchísimas cosas buenas, pero también inconvenientes". El más peligroso, el aislamiento. El plan de mejora servirá para dar un empujón a las nuevas tecnologías, que es una forma de paliar los problemas que conlleva el alejamiento físico.
Las medias jornadas
Treinta niñas y niños y once profesores. Dicho así suena a lujo asiático, pero la plantilla en realidad no está tan sobrada. Tres docentes están a media jornada, y dos son profesores compartidos con otros centros. A Francisco Rivas las medias jornadas no le gustan ni poco, ni mucho ni nada, y ésa es una opinión que suscribiría un nutrido grupo de directores de colegios en Asturias.
"Yo es que creo que las medias jornadas deberían desaparecer. Lo que ocurre es que nosotros nos encontramos en el Ría del Eo con profesores con muchas inquietudes, que van mucho más allá de lo exigible" por contrato. No es nuevo eso de las medias jornadas que se convierten en tres cuartos de jornada, aunque el sueldo no aumente en proporción al tiempo empleado. El futuro inmediato del CRA Ría del Eo está asegurado "porque el próximo curso vamos a tener más niños", asegura su director.
El contrato-programa tiene una duración de cuatro años. El primero es el más teórico porque de lo que se trata es de "hacer un diagnóstico y plantear unas propuestas de mejora". En los tres siguientes se abordan actuaciones concretas para hacer avanzar al centro. Desde que se inició el programa, la mayoría de los colegios se han centrado en dos retos: apostar por las nuevas tecnologías y por el reforzamiento del idioma extranjero.
El "10" de baremación para el CRA Ría del Eo es consecuencia (dice Francisco Rivas) del porcentaje de acuerdo de la comunidad educativa. "El plan cuenta con el cien por ciento de apoyos del claustro de profesores. Las familias también apoyan al completo", señala. El ser colegio rural agrupado también cuenta para la nota porque se entiende que la escuela rural sufre mayor grado de vulnerabilidad.
El plan mejorará el colegio y será el mejor homenaje a Salvador Vidal Menéndez, profesor del colegio fallecido y recordado.
Educación firmó en 2011 los primeros diez contratos de mejora con colegios e institutos asturianos. Al curso siguiente se unieron otros 28. En los dos cursos posteriores se seleccionaron 20 y 17 centros, respectivamente.
El contrato beneficia a los alumnos y obliga a todas las partes. A la Administración, porque sufraga el plan de mejora; al colegio, porque se compromete a impulsar dicho plan y a presentar resultados, y a los profesores, porque se les pide un plus de formación.
