Oviedo, M. S. MARQUÉS

El Archivo Histórico de Asturias comienza a ser una realidad. Los primeros armarios con documentación empezaron a llenarse ayer cuando se inició el traslado desde las viejas dependencias del monasterio de San Pelayo a la nueva sede de la cárcel de Oviedo. En este edificio se han dispuesto tres plantas y bajo cubierta para acoger los documentos. Con el traslado de los materiales existentes está previsto llenar las plantas cero de los cuatro brazos y la mitad de la primera planta. Además, hay que contar con que ya están ocupadas con documentos de formato especial (planos, fotografías...) parte de la planta segunda y una zona del bajo cubierta.

El fondo general del Archivo comenzará a trasladarse en un plazo de dos semanas, momento en el que será necesario cerrar las viejas instalaciones, cierre que ya será definitivo. El nuevo Archivo tiene previsto abrir sus puertas en la última semana de marzo tras la inauguración a la que se invitará a la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde. De momento, el personal del Archivo está desplazado a la nueva sede supervisando la instalación de los fondos para solventar sin retrasos cualquier incidencia que pueda presentarse.

Su directora, Conchita Paredes, quiere aprovechar la nueva etapa que ahora se abre para que la instalación cumpla una función cultural como gran archivo. «Es necesario sacarlo a la calle, darlo a conocer a los ciudadanos». Con ese objetivo la nueva sede se inaugurará con una exposición que recoge su historia desde que se instaló por primera vez en 1956 en la plaza de Porlier. «Con esta muestra queremos que su historia quede reflejada, pero también seguir realizando actividades culturales, así como otras exposiciones y colaboraciones con diferentes entes sociales, además de dar vida y aprovechar la gran riqueza de sus fondos».

El edificio de la cárcel cuenta a su vez con un excelente salón de actos, al que Paredes quiere sacar partido. Para ello habrá una programación de actividades culturales, entre las que no faltarán conferencias, mesas redondas, etcétera. Asimismo, se tendrá muy en cuenta la historia de la propia cárcel, de la que se conservan tres celdas que servirán para ilustrar su pasado. «Queremos darle juego y a los ciudadanos que hayan tenido vinculación con la cárcel o tengan información y fotografías les pedimos que se pongan en contacto con nosotros».

El Archivo cuenta en la actualidad con una plantilla de nueve personas, incluyendo la directora, un personal que resulta escaso para las nuevas dependencias. «La Consejería de Cultura está dispuesta a hacer un esfuerzo para incrementar el personal», afirma la directora.