Oviedo, María LASTRA

El verano cuenta con sus propias tradiciones. Disfrutar de las «lágrimas de San Lorenzo» es una de esas posibilidades únicas que, sin embargo y afortunadamente, se repiten año tras año en las noches de agosto. Esta madrugada la lluvia de Perseidas hará acto de presencia otra vez y las previsiones hacen creer que no defraudará.

«Desde cualquier punto de Asturias se podrá disfrutar de la lluvia de estrellas», asegura José Ramón Vidal, director del Observatorio Astronómico de Deva y vicepresidente de la Asociación Astronómica OMEGA, quien advierte que «si la observación se realiza desde un lugar oscuro será mucho mejor».

Todo parece estar a favor para que este año las Perseidas iluminen, mejor que nunca, el cielo asturiano. «La luna se guarda a primera hora de la noche, permitiendo así contemplar mejor este espectáculo», señala Vidal. Esa circunstancia evitará que la luminosidad del astro dificulte la visibilidad de esta lluvia especial.

Un lugar bien oscuro, un cielo despejado de nubes -algo que no suele ser habitual en el Principado- y un poco de paciencia son los mejores requisitos para disfrutar de una buena observación. El director del Observatorio Astronómico de Deva suma a todo esto «una posición cómoda, desde una hamaca o una manta, y un emplazamiento desde el que se vea la mayor cantidad de cielo posible».

Asturias brinda numerosos lugares exentos de contaminación lumínica y enclaves paisajísticos de gran belleza, que sólo hacen aumentar la espectacularidad de este fenómeno. Sin duda, una buena opción en la región es el Observatorio del Monte Deva en Gijón, que se ofrece para todos los que quieran disfrutar de este acontecimiento, aunque no se quedan atrás localidades como Ribadesella, Llanes y Colunga o cualquier mirador de los Picos de Europa.

Las «lágrimas de San Lorenzo» llegan hoy cargadas de deseos para todos los que confían en ellas. Pero, ¿por qué se producen las lluvias de Perseidas? Eso ocurre cuando «la Tierra pasa por una zona por la que anteriormente había transitado un cometa. El polvo del cometa entra en la Tierra a mucha velocidad y, en contacto con el aire, hace que se queme», explica José Ramón Vidal. Así los meteoros aparecen brillantes durante una fracción de segundo, formando las que popularmente se denominan estrellas fugaces.

Son varias las lluvias de estrellas que se dan todos los meses, pero no hay nada como una noche de pleno verano, en la que las condiciones son idóneas para disfrutar en plena calle o en medio de la naturaleza de este espectáculo caído del cielo.